martes, 3 de mayo de 2011

EN TORNO A LENCERO

CARTA A MARÍA FE

“Te espero aquí sentado a la lumbre de mi corazón
echando leña de pensamientos para que no se apague
el fuego. Ven y no tardes. Tú sabes que te amo,
que las llamas de mi sangre hierven el ansia mía. 
Aquí te espero y estoy solo. Nadie. Ni el viento
golpea la puerta de mi casa. Crepita la madera
y están los gallos rojos subidos en la leña
flameante, con sus trompetas de calor familiar. 
Y ahora que me acuerdo no sé si un día te dije
que las penas son cosas de muy poca importancia,
que era hermoso tener el corazón ardiendo
durante toda la vida, y morir asfixiado
de tanto pájaro de luz entre la carne. 
Ya ves que no estoy triste. Si acaso no vinieras
me pasaría la vida junto a mi corazón,
las manos en las llamas para que se calentase
la soledad del hombre que tengo aquí sentado.
Pero de todos modos es bueno que tú sepas
que no olvido tus besos ni tu amor se me muere,
que me escuece la ausencia y el hambre me consume
cuando el silencio arrastra su lengua por el suelo.
Acude a mi llamada con los brazos abiertos,
olorosa de espigas y más mujer que nunca,
sin palabras si quieres, sin un gesto que anuncie
la sorpresa del aire que solo me acompaña.
Pero ven y no tardes. La vida hay que beberla
con labios de sonrisas y con amor sencillo,
sembrando de alegría los surcos de las penas
y olvidando las uñas de todos los rencores.
La lejanía nos mata. Tal vez por dar un paso,
tal vez por darme un beso, tal vez si tu decides
me encontrarás los ojos  alumbrando el camino
para que no tropieces, y llegues a mi casa,
segura de encontrar este amor que te tengo.

¿Cabe más lirismo en esta epístola de amor?


Alejandro García Galán, izquierda, Junto a María Fe y el poeta José María Lorite, en 1983, en un homenaje a Luis Álvarez Lencero en el Hogar Extremeño de Madrid

Conocí a Mari Fe en Mérida cuando presentamos Pepe Iglesias, José María Lorite y yo este homenaje a Luis Álvarez Lencero. Era una inteligente y bellísima mujer, a pesar de sus casi setenta años, que debería tener entonces.
Ya dije en el preámbulo que esto no es una biografía, sino una reflexión sobre la poesía de Lencero. Por eso renuncio a bucear en la vida privada de Luis. Sin embargo, tengo que hablar de algunos aspectos de su personalidad, sólo para poder analizar la psicología de un genio.
Su matrimonio no funcionó y se separó de su esposa, Carmen Gómez de Villar y Caballero de León, que vive en Badajoz y es una extraordinaria mujer, inteligente, alegre y llena de vitalidad, estuvo siempre, y aún lo está, muy enamorada de Luis, porque no se divorció, y siempre tuvo la esperanza de su regreso. Pero está dolida porque todos los amigos de Luis que frecuentaban su casa, la ignoraron, cuando éste la abandonó.

Lencero tenía encanto personal y con su alma de poeta y verbo fluido enamoró a Carmen, una joven muy agraciada y de estirpe “noble” y adinerada; pero la familia nunca le aceptó y él se sintió menospreciado. Luis se crió en el campo con su abuelo, que era pastor en un cortijo, por lo que para la familia su linaje era plebeyo de nacimiento y, como nos dice Luis Chamizo en “La Nacencia”: “Eso es una cosa que miran mucho los señores del pueblo”. Aquel menosprecio supuso un lastre muy grande para él, dentro de casa, y fuera, también, porque alguien comentó que le había fallado el braguetazo. Eso debió pesar mucho en su actitud posterior.
Debió asistir poco a la escuela, tal vez lo suficiente para tener una cultura general. Todo esto me lleva a deducir que era un talento natural. El hombre autodidacto, o “Self made man” que dicen los ingleses: hombre hecho a sí mismo, suele ser terriblemente independiente, libérrimo y muy celoso de que nadie se entrometa en su forma de ser, de la que se siente muy seguro y satisfecho. Si no fuera así no sería autodidacto, hubiese buscado y se hubiera sometido a la disciplina de una escuela y a la autoridad de un profesor. Esa independencia, ese no someterse a normas y reglas establecidas es lo que impulsa su creatividad por sendas totalmente originales.
En aquellos tiempos, la ambición de todos los hombres con pocos recursos era encontrar un trabajo fijo para toda la vida. Un trabajador que tuviera un trabajo fijo en una gran empresa disfrutaba de un patrimonio económico seguro y un prestigio social. Una nómina era un salvoconducto que le abría las puertas de todos los créditos mercantiles. Y socialmente era muy bien considerado en su ámbito existencial.

Pero un hombre que ama su libertad con toda su alma y con todas sus fuerzas y con todas sus ansias, la rutina asnal en la noria de la vida es un corsé demasiado asfixiante, angustioso e irrespirable, casi una camisa de fuerza. Para él tener un trabajo para toda la vida  suponía hipotecar toda su existencia: a la misma hora levantarse todos los días, a la misma hora fichar, a la misma hora tomar el bocadillo, a la misma hora comer, a la misma hora dormir, y el mismo mes del año coger las vacaciones, etc.;  y trabajar durante toda la jornada en la cincuentava parte de un oficio que no logrará realizar entero jamás; pero, eso sí, de esa 50ª parte llegará a ser un gran especialista, aunque fuera de la empresa no le valdrá para nada. A las 15’45 llega a casa, a las 16 come,
pero como el sueldo es escaso se va corriendo a otro trabajo por las tardes, si es que ha tenido la gran suerte de encontrarlo. Y así todos los días de todas las semanas, de todos los meses, de todos los años, de toda la vida.

¡Noooo! “¡Soy libre como un águila en el viento!”,

como nos dice en su poema “Humano”. A un hombre como él no se le puede uncir al yugo del automatismo. Un artista necesita libertad absoluta para crear. No sólo escribía versos, era, además, forjador del hierro, con el que hacía verdaderas maravillas escultóricas, como Vietnam, una escultura que el ayuntamiento de Mérida adquirió y está expuesta en una rotonda.
Luis es admirado por sus poesías y sus forjados en frío del hierro. En Badajoz ya es una autoridad. Trabaja en el Instituto Nacional de Previsión, es funcionario del Estado, tiene lo que se llama un trabajo para toda la vida. El sueño dorado para el común de la gente.
Pero en Badajoz su actividad está oculta a la mirada de la crítica especializada que pudiera catapultarlo a España entera, incluso al extranjero. Necesitaba instalarse a Madrid, tener contacto con la intelectualidad, exponer sus trabajos escultóricos y estar al día del rumbo y de la trayectoria del arte surrealista y vanguardista. Por eso pidió excedencia y se fue a Frankfurt.
En 1971 publica Juan Pueblo con un éxito rotundo de público y crítica. En ese mismo año hace una exposición en Madrid de sus forjas en hierro, que también fue un enorme éxito. Es saludado por la crítica especializada como un genio. Ya ha demostrado su talento y tiene el camino abierto para seguir trabajando y programar la difusión de su arte en Madrid. Volver a Badajoz es acabar con todas sus ilusiones, frustrar sus aptitudes artísticas y ser un incomprendido. Y decide marchar lo más cerca de Madrid que pueden concederle en el INP: Colmenar Viejo. Todos critican su actitud, nadie tiene en cuenta su ardiente vocación.
Carmen, su mujer, me contaba, con el humor y la gracia que la caracteriza, que la escultura Vietnam, expuesta en una rotonda de Mérida es conocida popularmente por el nombre de “La Coñoé  porque la gente al contemplarla dice ¿Y esto qué coño es?. Si esto se dice hoy en la capital de Extremadura, qué se podría esperar hace 37 años. Su decisión fue racionalmente correcta. Necesitaba que su obra vanguardista fuera expuesta en otras latitudes.
En un principio, esta escultura la adquirió el Ayuntamiento de Mérida y la puso en una plaza. Pero a los vecinos no les gustaba y colgaban en ella las bolsas de basura. El Ayuntamiento la desmontó, la retiró y estuvo años en un almacén. Por fin, ya está puesta en una rotonda sobre un alto pedestal. Antonio González Nogales, nos lo explica en el siguiente soneto:

 A LA REINAUGURACIÓN DE LA ESCULTURA
EL VIETNAM DE LUIS ÁLVAREZ LENCERO.

De nuevo, Luis, el hierro que forjaste
alza al cielo su lamento y grito,
su mensaje desgarrado e infinito
en demanda de paz, que nos legaste.
.
 “El Vietnam”, dijo alguno, no era arte,
a un oscuro aposento fue proscrito
cual objeto incomprensible como un mito
que en momento febril imaginaste.
.
Tu alma bien pulida y sin arista
con la exacta evidencia de un teorema
de la verdad y la utopía, se equidista.
.
En denuncia de la crueldad suprema
tu escultura de nuevo está a la vista
con la férrea estructura de un poema.
.
Antonio González Nogales
VIETNAM
Badajoz, 13 de diciembre de 2002


     

A la izquierda Juan Tapia, Lencero y Ramón Fernández.     Moreno, con la escultura Vietnam, preparada para la exposición de Madrid. Badajoz.  1971

                       
                Terminando en su taller de Badajoz, Vietnam

                 
Carmen Gómez de Villar y Caballero de León
        esposa de Luis Álvarez Lencero

Foto tomada por el autor en mayo de 2007


Patricio Chamizo con Carmen Gómez Villar en el   jardín de su casa en Badajoz. Mayo de 2007



LA VOCACIÓN

Toda la Naturaleza está dotada de instintos para su crecimiento, reproducción y conservación. Gracias a esos instintos la vida sigue a través de miles de millones de años.

Los hombres, además de los instintos comunes a los seres vivientes tienen otro que es propio de su naturaleza humana y que no tienen los demás: El pensamiento, la palabra y la creatividad. Y esa creatividad se desarrolla por medio de la vocación.

Juan Belmonte peguntó en una tertulia que a qué se dedicaba José Ortega y Gasset y ante la respuesta: filósofo y filólogo, palabras incomprensibles para el diestro, el maestro del arte del toreo exclamó: “Hay gente pa tó”.  Esa graciosa expresión del genial matador encierra una gran verdad. ¿Qué ocurriría en el mundo si no hubiese “gente pa tó”, si parcelas importantes de la vida fueran desatendidas por falta de vocaciones?  Pues que la sociedad, el mundo estaría fuera de la armonía de la Naturaleza donde existe una proporción perfecta. Nada en la Naturaleza es inútil, todo lo que existe tiene una función concreta y necesaria para el equilibrio ecológico.
Pues si el ser humano forma parte de ese equilibrio no lo iba a dejar Dios al margen de su Plan. Cada criatura cuando es concebida, desde el primer minuto, ya posee una identidad única y distinta del resto de los humanos con una misión concreta. Y para eso introdujo Dios una vocación, unas cualidades y aptitudes para realizarse.
Es muy difícil, tal como está estructurada la sociedad, ser fiel a la vocación que cada cual siente en su corazón. Para ello hace falta heroísmo. Hay un cuento de Herman Hesse en el que departe sobre esto. Se trata de Siddharta. Cuando éste abandona la seguridad del convento y se lanza al mundo en busca de lo que quiere ser le preguntan que con qué cuenta para propósito tan arriesgado y difícil, él da esta respuesta: Sé pensar, sé ayunar y sé esperar. Estas tres palabras encierran toda una tesis filosófica.
Quien tiene una vocación y un ardiente deseo de realizarse, y sabe pensar, aunque en el camino encuentre muchas dificultades, si sabe ayunar y esperar, las vencerá.
La historia está plagada de grandes hombres y mujeres que llegaron a donde su vocación les llevó porque supieron pensar, ayunar y esperar. Eran gentes que no tuvieron miedo a la libertad.
Nada en la Naturaleza está capacitado para tener vocación. Todas las especies están consagradas a una actividad concreta desde hace millones de años. No hacen más que lo que es específico de su especie. Todas las abejas siguen elaborando la miel como hace millones de años; todas las aves siguen haciendo sus nidos y alimentando a sus polluelos como lo hicieron desde el principio de la creación. Sólo el género humano, sólo el hombre tiene aficiones, aptitudes y actividades distintas a las de los demás hombres.
El ser humano es un microcosmos en el universo y fue creado a imagen y semejanza de Dios: creador como Él y capacitado para transformar la sociedad y para innovarse a sí mismo. Lo específico del ser humano es que no permanece ubicado, como el animal, en una vida gregaria y dichosa, sino que en él siempre es posible otra situación, una trascendencia, según sus circunstancias, pues el hombre no es gregario, sino que posee una individualidad. Como dice Unamuno, el hombre no es un ser estático y metafísico, sino dinámico y dialéctico, lleno de contradicciones y en perpetuo movimiento, por lo que no es un ser definitivo, como los animales y plantas, sino que permanentemente está siendo. Esa es su grandeza. Mientras que los animales apenas han evolucionado en millones de años, el ser humano ha tenido una progresiva metamorfosis desde el austrolopitecus al homo erectus, desde el homo habilis al homo sapiens, hasta el homo antecesor de Atapuerca. Y esa facultad que no tienen los otros seres le viene porque tiene capacidad de pensar, de abstracción, de fantasía, de utopía. Todo eso, unido a su vocación y a su creatividad, hace del ser humano el Rey de la Creación, semejante a Dios. 
Pero hay muchos obstáculos en la vida del hombre que dificulta, retrasa, o frustra su destino. Dificultades económicas, incultura que lo convierte en gregario, por la alienación personal y colectiva del medio ambiente en que respira que……..
Según testimonio de su gran amigo y admirador Alejandro García Galán, Lencero era “un ser inmaduro”. Hermosa observación la de Alejandro. Según esa calificación
Luis era un niño grande, como solemos decir. Y Lencero lo admite así. En su poema Hombre desgarrado”, que veremos más adelante, dice Todo el niño que tuve aquí en el hombre…”
Pero es que, además, un artista, un genio, es un eterno adolescente, tiene alma de niño, como el genio de Mozart; Dalí era otro niño grande. Recuerdo un programa de televisión española en torno a la figura de Jhon Wayne con motivo de su fallecimiento en 1979. Intervenían varios artistas. A María Luisa Merlo le preguntaron: ¿Qué le dirías tú a Jhon Wayne? A lo que la gran actriz contestó: “Jhon, deja las pistolas y ven a merendar”. Aquel duro y gigantón hombre del Oeste era un niño grande.
Jesús de Nazaret dice: “Si no os hacéis como niños no podréis entrar en el reino de Dios”. [1]
Mas la parte negativa de los genios es que, por lo general, son poco previsores, casi nunca tienen un céntimo, y cuando lo tienen lo dan porque no tienen nada suyo ni apego por nada material, porque no vive para sí, sino para su arte y para los demás. Ese espíritu de alteridad solo lo tienen los genios, los sabios y los santos. Y por eso, por no tener nunca un céntimo son despreciados por los que hacen del dinero la medida de todas las cosas. Gabriel y Galán, en una carta dirigida a Mariano de Santiago Cividine, amigo y biógrafo suyo, le dice: “Esos ricos tan bárbaramente ricos, tengo para mí que nos desprecian; bárbaramente, también muy bárbaramente, debemos despreciarlos a ellos, porque son unos bárbaros que saben lo que no saben los sabios: ganar dinero a quintales”.
Todos los problemas que tuvo Luis en la vida fueron por ser fiel a su naturaleza humana y seguir los dictados de su vocación artística y de su gran corazón. Con un espíritu como el suyo, generoso, desprendido, que no da importancia al dinero y que como místico cristiano se abandona a la providencia de Dios, tener que vivir en un mundo materialista puede llegar a neurotizarle y parecer un esquizofrénico para los demás. Y muchos lo creyeron así: un loco de atar, para unos; un “viva la virgen”, para otros; un fracasado por ser un veleta; un fachendoso, presumido y vanidoso que se creía un triunfador; un pobre demente descarriado y por eso acabó podrido en un hospital.
No, no es bueno salirse de la fila que los mandamases de la sociedad han establecido para los hombres en la prisión de la vida.
El mito de la caverna sigue teniendo vigencia 2.400 años después de que lo escribiera Platón. Se trata de varios hombres encadenados desde niños en el fondo de una caverna. La luz que entra por la puerta refleja en la pared figuras de personas, animales y árboles. Esa es la percepción que tienen de la vida, y son tan felices como los topos que viven bajo tierra. Un día, uno de los encadenados se libera y sale al exterior. Y al contemplar el mundo con toda su belleza, esplendor, luminosidad y variado colorido, vuelve a la cueva, radiante de alegría, para comunicar a los encadenados las maravillas de la vida. Los otros, viéndole tan excitado por su entusiasmo creen que se ha vuelto loco y por eso juzgan que no es bueno liberarse de sus cadenas. ¡El miedo a la libertad! [2]
Pues la alegoría del mito de la caverna, sigue existiendo. Por eso hay que ser dóciles, callarse la boca, obedecer, no pensar, no soñar si se quiere ser “feliz”. Sin embargo, en el fondo, a todos nos gustaría la libertad, la emancipación del trabajo que nos esclaviza para dedicarnos a otra ocupación más vocacional y placentera. Ese sentimiento de frustración subyacente en todos nosotros nos produce sufrimiento y tratamos de evadirnos, pensar en otra cosa para no amargarnos. Pero cuando ese salto hacia la libertad lo vemos en otro, nos invade una sensación de amargura y frustración insoportable, porque ya no vale la evasión, pues nos hace ver las horribles cadenas que nos aprisionan.  Por eso, cuando alguno se lanza en pos de sus sueños hundiendo las naves de su seguridad, es odiado porque su osadía es un insulto a nuestro miedo a la libertad, nos descubre la situación cavernaria, en que estamos, y nuestra insignificancia y frustración. Por eso hay que descalificar al arrogante y presuntuoso que quiere sobresalir de los demás, pues mientras más brille él más opaca hace mi auto imagen. “El ser humano -dice Ortega-, para ser feliz en su medio ambiente tiene que hacer como el camaleón: adquirir el pensamiento, las opiniones, las aficiones, las costumbres de los demás, para no sobresalir y no ser rechazado y marginado. Pero a costa de ello renuncia a su individualidad.” De ahí vienen los rebaños humanos, la generación de las masas. Pero eso no iba con Lencero.
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Sin embargo, Dios hizo al hombre creador, ¡a todos los hombres, sin excepción! otorgándole una vocación personal, una inteligencia, una conciencia de sí mismo, de su individualidad para que logre conocerse “cómo él es en sí y por sí”.
.Dios, en su Plan sobre el mundo, no quiere que haya rebaños ni enjambres humanos, sino personas libres, creativas, y mucha más gente pa tó”, en un mundo diverso, variado y rico en sensibilidad, en ternura y humanidad donde la persona sea feliz y dichosa y que contribuya al equilibrio, a la armonía y a la belleza del universo. Durante miles de millones de años la naturaleza ha mantenido un equilibrio perfecto. Los animales se reproducen, “sin comadres ni méicos”, como dice Luis Chamizo en “La Nacencia”: el campesino angustiado ante su mujer parturienta en mitad del campo y de noche, que “jice por recordar las oraciones que me enseñaron cuando nuevo, pero no tenía pacencia pa jacer memoria de los rezos” Y sin embargo, en su desesperación, eleva a Dios una bellísima plegaria:
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“Señó tú que lo sabes
lo mucho que la quiero.
Tú que sabes qu’estamos bien casaos,
Señó, tu qu’eres güeno;
“Tú que jaces que broten la simientes
que echamos en el suelo;
tú que jaces que granen las espigas,
cuando llega su tiempo;
tu que jaces que paran las ovejas,
sin comadres y sin méicos…
¿por qué Señó se va a morí mi Juana,
con lo que yo la quiero,
siendo yo tan honrao
y siendo tú tan güeno?[3]
Todo en la naturaleza es armonía.  Bosques de tan variada flora, sin que nadie plantara los árboles; los lirios del campo, que ningún jardinero sembró y todos los años vuelven con toda su belleza; y las aves migratorias, que cada año nos visitan, no tienen graneros, como dice Jesús, ni los lirios tejen ni hilan, y que ni Salomón se vistió con tan ricos colores.
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“Y si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?
Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.  Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas se os darán por añadidura.” [4]
.Pues si Dios hizo tantas maravillas con todas las cosas creadas, ¿cómo iba a dejar fuera de su Plan al hombre?
.La mayor felicidad que una persona puede gozar es trabajar en aquello para lo que está vocacionado; entonces el trabajo no es una carga, sino un gozo, un placer en el que las horas se pasan sin sentir. Así el hombre es feliz porque está inmerso en el plan de Dios, ejerciendo la vocación que Él puso en su alma.
Por el contrario, para el que trabaja en lo mismo, pero sin vocación, el trabajo es pesado, aburrido, forzado.
 “Cuando el trabajo es un placer la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto la vida es una esclavitud “. Dijo Máximo Gorki
Así millones de seres humanos están condenados a trabajos forzados, sin haber cometido más delito que el de haber nacido, como dice Calderón de la Barca en La vida es sueño.
No se puede decir que el trabajo es una maldición bíblica, porque no lo es. Dios no maldijo jamás al hombre porque lo creó para Él, como dice San Agustín, y quiere su felicidad. Quien maldijo al hombre fue el mismo hombre. Ganar el pan con el sudor de la frente es natural por el simple ejercicio del cuerpo. La maldición vino del mismo hombre que afirmó que lo que Dios dijo fue “Ganarás el pan con el sudor del de enfrente”, y a eso se dedicaron con ahínco los más bribones, bellacos, rufianes y sinvergüenzas para justificar su egoísmo con un infinito desprecio por Dios, por el hombre y por la moral.
.El hombre puede estar frustrado en su vocación y sentirse desdichado, pero hay algo que puede rehabilitar su vida, su espíritu y su felicidad: la vocación de ser Hombre. El mundo está cambiando. Hoy día hay cientos de miles de personas jóvenes organizadas en ONGs en todo el mundo que viven exclusivamente para el servicio a los pobres.
España tiene miles de españoles en el Tercer Mundo en diversas ONGs dedicadas a los menesterosos. Hay cada vez más personas que tienen su trabajo en España y en sus vacaciones se van a Países del Tercer Mundo para ayudar a los pobres. Van allí a “ponerse las pilas” y vuelven transfigurados, deseando que vuelvan las vacaciones del próximo año. Cada vez es más intensa la cultura de la solidaridad.
Hoy la sociedad vibra y se manifiesta cuando en cualquier pueblo del mundo se atenta contra el hombre y su libertad, y contra las guerras injustas, como la de Irak, contra la que nos manifestamos millones de ciudadanos en toda España. Esa vocación, ese sentimiento justo y democrático, cada vez más penetrante, no lo puede frustrar el capitalismo con sus métodos avasalladores. Cada vez que un pueblo por atrasado y remoto que esté, lucha por su dignidad, está luchando por mi dignidad porque está elevando el listón del respeto a la persona. Y por el contrario, cuando un pueblo, una comunidad o un individuo no se rebelan contra el despotismo y la opresión y se deja avasallar, está bajando ese listón y colaborando con la tiranía en grado de complicidad. 
La vocación la da Dios, sea profesional o religiosa. Pero, además de esas vocaciones concretas y específicas de cada persona hay otra vocación, distinta a la profesional, a la que Cristo nos llama, para lo mismo que eligió a los primeros doce, para redimir al mundo, para salvarle de la esclavitud y hacer al  hombre “libre como un águila en el viento”, que nos dice Lencero.

LA POBREZA DE LENCERO
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En todos los temas y conceptos tratados en el Nuevo Testamento, la palabra pobre es repetida con insistencia, bien directa o indirectamente. Los milagros que relata, en su mayoría eran para curar enfermos, que eran pobres y marginados. Para los judíos, la enfermedad era consecuencia de los pecados del enfermo o de sus padres, por lo que eran considerados seres impuros, y por eso, despreciados y marginados.
Los enfermos de lepra, además, como la enfermedad era contagiosa, estaban obligados a tocar una campanilla para que nadie se acercara, algo así como la serpiente de cascabel.
Ni escribas ni fariseos se acercaban a los indigentes, porque eran seres impuros. No toleraban que transitaran por el centro de pueblos y ciudades. Eran relegados a los suburbios. Sin embargo, Jesús, se acercaba a ellos y contradecía a los sacerdotes. El enfermo no era hijo del pecado, sino hijo de Dios. Y es a partir de Jesucristo cuando los cristianos construyen hospitales y escuelas para los pobres. Todo el evangelio es un canto a los pobres y a la pobreza. Todos los Santos se dedicaron especialmente a los pobres. Veamos un par de ejemplos de cómo Dios elige a los pobres en este canto de la Virgen.
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          El "Magníficat,
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…Desplegó la fuerza de su brazo,
Dispersó a los soberbios en su propio corazón.
Derribó a los potentados de sus tronos
y exaltó a los humildes.
A los hambrientos colmó de bienes
Y despidió a los ricos sin nada. [5]
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San Lucas nos relata lo siguiente:
.“JESÚS vino a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde está escrito:
El espíritu del Señor sobre mí,
porque me ha ungido para anunciar
a los pobres la Buena Nueva
Me ha enviado a proclamar
la liberación de los cautivos
y la vista a los ciegos,
para dar la libertad a los cautivos
y proclamar un año de gracia del Señor.
Enrollando el volumen después de la lectura lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. Comenzó, pues, a decirles: “Esta escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy”[6]
También hay otro pasaje más adelante:
“Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Jesucristo, le envió dos de sus discípulos, para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? Respondiendo
 Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio. “[7]
Pues en toda su obra, Lencero se entrega a los pobres, a los trabajadores que son explotados para que tomen conciencia de su dignidad.
        EN JUAN POETA
Yo delante del paria me arrodillo.
Me doy de cuerpo entero. Y no me queda
más que mi corazón  de amor partido.


     EN EL PLIEGO DE DESCARGO

“Pienso desde mi poesía en el negro que sufre la bota del poderoso, o en el blanco que lleva sobre el cuello la voluntad de su amo. Abrazo al amarillo y al cobrizo porque también son mis hermanos. Cualquier hombre que sufre y llora y se pudre y clama y se retuerce sin pan y sin cultura y sin progreso y sin futuro tiene que ser escuchado pese a quien pese.”
    EN CARTA A TOMÁS MARTÍN TAMAYO

“Tengo las manos llenas de mucho amor y eso te lo doy a ti, hermano Tomás, y a todos los que voy encontrando por el camino que me lleva al Gólgota. Os bendigo y os quiero con todo mi ser, y os admiro de tal forma a vosotros, mis amigos, que arrodillo delante de vosotros mi pequeñez, mi desgarro, mi destino de pobre campesino y pobre estrella”.
Todo el evangelio es una llamada a la pobreza, a la humildad y al sacrificio por los demás. Cristo, al elegir a sus apóstoles, prefirió a los pobres, a obreros y pescadores para que predicaran al mundo la Buena Nueva.
Dios, en todas sus acciones quiere manifestar al mundo que las cosas que Él hace son suyas y de nadie más. Las Sagradas escrituras están llenas de ejemplos:
-La esposa de Abrahán, Sara, era estéril, pero a los cien años, cuando biológicamente es imposible, tuvo a su hijo Isaac.
. -Sansón era hijo de una estéril. [8]
.-“Joaquín, luego de vivir 20 años con Ana, no tuvo hijos con ella, por ello se marchó avergonzado a la montaña con su rebaño de ovejas. Allí se le aparece un ángel y le dice: baja ya de estas montañas y corre al lado de tu mujer. La encontraras embarazada, pues Dios se ha dignado suscitar en ella un germen de vida; y ese germen será bendito y ella misma será también bendita..." [9] Santa Ana es la madre la madre de Maria.
-Isabel también era estéril y tuvo a su hijo Juan, el Bautista.
-Y María era virgen y alumbró a Jesús.
Todo es por mediación divina. Interviene el Arcángel San Gabriel, a quien los musulmanes consideran el espíritu que reveló las Sagradas Escrituras al profeta Mahoma.
Otros muchos ejemplos sobrenaturales abundan en la Biblia desde el Génesis al Nuevo Testamento.
La elección de los apóstoles para anunciar la buena nueva es una decisión de Dios para que el mundo vea que con aquellos cuantos trabajadores semianalfabetos era imposible extender al mundo entero el mensaje de Jesús.
.Todos los santos que han sido a lo largo de la historia, lo primero que hicieron fue desprenderse de sus bienes y repartirlo entre los pobres, exactamente como le dijo Jesús al joven rico que quería ser perfecto. [10] Y es que el camino hacia Jesús hay que recorrerlo ligero de equipaje. Su palabra, que es el Camino la Verdad y la Vida es la vía más directa a la justicia, la paz y la fraternidad. Y solo así, como escribió el gran poeta romántico alemán, Schiller, para la novena sinfonía de Beethoven, se llegará al día en el que todos los hombres volveremos a ser hermanos.
.Luis era un enamorado de las Bienaventuranzas, tanto las de Lucas como las de Mateo, y quería que en todas sus publicaciones estuvieran presentes como antífonas al principio de sus libros. Por eso quiero ponerlas aquí en su memoria:
“Jesús, al ver toda aquella muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra les enseñaba diciendo:
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los mansos, porque poseerán la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán hartos.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los pacíficos, porque serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que sufren persecución por la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.” [11]
Lencero fue consecuente con su fe. Ya en sus primeros versos está encarnado en los pobres gritando contra la injusticia de su pobreza y enalteciendo su dignidad.  Y en esa entrega a los pobres ya está presente Jesús, aunque tal vez aún no fuera consciente de ello. Eso lo descubriría más tarde en su proceso evolutivo.
Ser verdadero cristiano es lo más revolucionario. Todos los que luchan por una nueva sociedad, por un nuevo orden político, son revolucionarios mientras van por el camino, pero cuando llegan a la meta implantan su criterio, se instalan, se sientan, y se acabó. Es la dialéctica de la vida. A una tesis, se le opone una antítesis y el resultado es una síntesis, la cual se convierte en una nueva tesis, y el ciclo se repite hasta el infinito. Esa es la dialéctica de la Historia. Pero el auténtico, el verdadero cristiano está siempre en camino, pues jamás llega, ya que su meta es “sed perfectos, como Mi Padre celestial es perfecto”: [12] Y eso no se consigue nunca en plenitud. Pero en la andadura de ese camino se goza de una paz y una felicidad que solo los que transitan por él conocen. Y Luis Álvarez Lencero lo vivió con intensidad.
.Echad una mirada  sobre aquellas personas encarnadas en los pobres, desde Teresa de Calcuta al Padre Ángel y Vicente Ferrer, hasta el más humilde miembro de una ONG en África o en Ibero América, incluso aquí mismo, en España, en cualquier pueblo, personas dedicadas a los pobres, enfermos, presos, marginados, analfabetos. Veréis en todas ellas las personas más dulces, apacibles y felices del mundo.
Pero a todos los sin fronteras, que son muchos y diversos, no es la vocación profesional, sean médicos, farmacéuticos, ingenieros, etc. lo que les impulsa a irse por esos mundos de Dios a luchar por la salud de tantos pobres, es su vocación de ser PERSONA, de elegir la causa más noble de la Humanidad, que es servir a los demás en su pobreza, en su soledad, en su marginalidad y en su tristeza.
.Estas personas están inmersas en el plan que Dios quiere para el mundo, que es el amor sin fronteras. Ese es el amor que Lencero manifestó en aquel pliego de descargo por su obra JUAN PUEBLO.
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León Felipe dice en su poema.
 
“EL HOMBRE ES LO QUE IMPORTA”
“No hay otro oficio ni empleo
que aquel que enseña al hombre
      a ser un HOMBRE».
Porque el Cristo no ha muerto...
Y el Cristo no es el Rey,
como quieren los cristeros
y los católicos  tramposos...
.El Cristo es el hombre...
la sangre del hombre...
   de cualquier hombre.”
         Cristo se identificó con el hombre: “Lo que hagáis con cualquiera de estos, mis pequeños, a Mí me lo hacéis”. Por eso, servir al hombre, especialmente a los más necesitados, es servir a Jesús. El Cristo, como dice León Felipe, es el hombre, y ante ese sagrario nos tenemos que arrodillar, porque Cristo está presente ahí, en el hombre, en cualquier hombre, pues todo ser humano es templo del Espíritu Santo.

Lencero en su poema Juan Poeta, dice:

“Dejadme de sermones y de rosas.
Yo delante del paria me arrodillo.”

Jesucristo no nos va a juzgar por pecados de la debilidad de nuestra naturaleza humaba, ni por faltar al sexto mandamiento, ni nos va a premiar por la cantidad de misas que oímos, o las veces que nos confesamos.  
El buen Jesús, aquel que según San Pablo, pasó por la vida haciendo el bien, nos va a juzgar por nuestra entrega a los demás: “Venid, benditosde mi Padre, porque tuve hambre
y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis,[13]
Lencero es el apóstol, la voz, el grito que clama libertad. Se rebela contra todos los que explotan, marginan, oprimen y alienan al ser humano, porque lo están haciendo contra el mismo Jesucristo. Por eso, explotar al hombre es un sacrilegio, porque están explotando al mismo Dios.
.“Toda violación de la dignidad personal del ser humano grita venganza delante de Dios, y se configura como ofensa al Creador del hombre.”[14]
..Es, además, un escarnio porque destruye el Plan de Dios sobre el mundo y los hombres. Ya lo dijo con claridad el Papa León XIII con aquella terrible acusación:
“Unos cuantos hombres opulentos y riquísimos han puesto sobre los hombros de la multitud proletaria un yugo que difiere muy poco del de los esclavos”.
Más tarde Pablo VI declaró que “el capitalismo es un sistema intrínsicamente perverso”.
Y Juan Pablo II: “El capitalismo es tan materialista y tan ateo como el comunismo”
El capitalismo salvaje destruye el Plan de Dios porque frustra las vocaciones que Él puso en cada persona. El capitalismo no quiere que haya individualidad ni singularidad humana, quiere masas uniformes, enjambres humanos sin autonomía ni creatividad, personalidades domesticadas, dóciles, para que produzcan y consuman sin rebelarse jamás contra el orden establecido. Ese es el “Mundo feliz de Aldous Huxley: formar géneros de hombres clasificados en Alfa, Beta, Gamma y Delta que no piensen, que no se interroguen a sí mismos acerca de su situación y de su destino, que se distraigan con el pan y circo que hacen para ellos y que se diviertan con la telebasura como un tonto con un lápiz.

El catolicísimo Franco, fiel servidor del capitalismo, declaró ilegales los sindicatos, que luchaban por la justicia, la libertad y el bienestar de los obreros, a pesar de que la Doctrina Social de la Iglesia proclamaba el derecho de los trabajadores a organizarse. Pero el Invicto perseguía a los militantes obreros, los amordazaba, los sujetaba bien para que los ricos los ordeñaran a placer.
Lencero en JUAN PUEBLO acusa todo eso, grita contra este mundo injusto, lucha por la promoción integral de sus hermanos los hombres _sean de donde sean, porque el amor de Lencero no tiene fronteras_, para que tomen conciencia de su dignidad humana, y también divina, por ser hijos de Dios y templos del Espíritu Santo, y reivindiquen el Plan de Dios sobre el mundo.
Santa Catalina de Siena _de la que ya hemos hablado_, (siglo XIV), religiosa de la Orden Tercera Dominica, no vivía en el convento, sino que continuaba en el mundo, aunque tomaba parte de los ejercicios monacales, participó de forma muy activa en los problemas sociales de su tiempo. De ella es la frase que ya conocemos:
“¡Basta de silencios! ¡Gritad con cien mil lenguas! Porque por haber callado, ¡el mundo está podrido!”

Santa Catalina de Siena fue la primera mujer proclamada Doctora de la Iglesia, junto con santa Teresa de Jesús en 1970 por el Papa Pablo VI y declarada copatrona de Europa en 1999 por Juan Pablo II junto a santa Brígida de Suecia y Edith Stein filósofa y teóloga alemana, judía conversa al catolicismo en 1924, arrestada y deportada al campo de concentración de Auschwitz, donde murió el 9 de agosto de 1942 en la cámara de gas. Fue canonizada con el nombre de santa Teresa Benedicta de la Cruz.

No, amigo lector; Luis no era un loco, ni un “viva la virgen”, ni un esquizofrénico. Los locos somos nosotros, los enajenados, los que hemos vendido nuestra libertad por un  plato de lentejas y ahora somos prisioneros de un sistema que nos esclaviza y no permite nuestra promoción integral como seres humanos que somos;  nosotros, los que nos pasamos la vida esperando a ver si llega Godot [15] para que nos libere de la absurdidad de esta vida sin sentido.

Y mientras tanto, para llenar nuestra inanidad, hacemos como el inquilino de Ionesco:[16] llenar nuestra casa de trastos y más trastos, con la ilusión de que todo eso nos dará la felicidad, cuando en realidad lo que produce es aislamiento e

incomunicación. ¡Cuánto trabajo, cuántos inmensos sacrificios por tener un coche más grande, un apartamento en la playa, o muebles más caros por el ansia de tener y de aparentar, pero ni el más leve esfuerzo en luchar por ser un Hombre ­_como dice León Felipe_, por construir un mundo mejor, una sociedad más justa, equitativa, antropocéntrica, donde todo esté al servicio del hombre y no como ahora: el hombre al servicio del imperialismo económico, que  no acumula solamente riquezas, sino que también se crea enormes poderes y una prepotencia económica despótica en manos de muy pocos. Toda la economía se ha hecho extremadamente dura, cruel, implacable. [17]

Este es el progreso inhumano del capitalismo, donde hay cada vez más diferencias económicas, más explotación laboral, más marginación social y más alienación cultural, que son los factores fundamentales que producen la lucha de clases, que después, el liberalismo, con todo su cinismo y desvergüenza, dice que son los trabajadores los que crean la lucha de clases. Ante tanta mentira, tantos intereses bastardos que chupan la sangre del pobre, como dice León Bloy, Luis es el apóstol de la fraternidad, de la justicia, del amor, luchador incansable por una sociedad donde todos podamos ser felices, para que el plan de Dios se instaure en el corazón de la Humanidad, comunicándonos con su ardiente fe y su ardoroso grito que la vida no es esta caverna en la estamos encadenados, que la vida querida por Dios para todos los hombres es hermosa, maravillosa y posible de conquistar, solo con que los seres humanos  juntemos nuestras manos y rompamos las cadenas; que Dios quiere liberarnos de la esclavitud, como ya lo hizo con el pueblo de Israel esclavo en Egipto; que no hagamos igual que los israelitas, que no escucharon a Moisés, consumidos por la dura servidumbre; Dios quiere que nosotros, consumidos por la dura alienación, por la ignorancia, e inmovilizados por las cadenas, que han hecho del ser humano un autómata miedoso, nos pongamos en pie y salgamos a la vida verdadera con toda su belleza y hermosura, que no tengamos miedo a la libertad de la que nos habla Eric Fromm:
. “La ciencia y la técnica han avanzado y avanzan a pasos de gigante. Los medios que hoy existen han liberado al hombre de muchas penalidades anteriores y le han hecho más fácil la vida.  Ahora el hombre  sería libre  de actuar según su
propia voluntad si supiera lo que quiere, piensa y siente. Pero no lo sabe”.[18]  
Ese es el problema. Como dice Ortega y Gasset: “Lo peor que le pasa al hombre es que no sabe lo que le pasa”
.Así, el hombre está alterado, fuera de sí, alienado, con un yo que no le pertenece, con un yo falsificado para que sea así y no de otra manera, porque este tipo de hombre es el que le interesa al capitalismo. Así, con un pueblo ignorante de lo que le pasa, el gran capital campea a sus anchas sin la menor oposición.
El capitalismo ha creado un mundo falso, una sociedad vacía de los grandes valores humanos y la ha llenado con lo único que el capitalismo puede dar: egoísmo, codicia, insolidaridad, hedonismo, trivialidad, y películas de robos, de extorsiones, de crímenes, de sexo, de tanta maldita basura que nos traen de fuera y nos la meten en nuestra propia casa dentro de la caja tonta; la basura de tanto chismorreo y falta de respeto a la vida de los demás; todo basura y nada más que basura. Embrutecer, distraer, evadir a la gente para que nunca descubramos por qué nos pasa lo que nos pasa.
TVE., como empresa pública estatal, debería eliminar tanto hedor y tanta pestilencia en sus dos cadenas. Antes se programaba en TVE teatro y grandes novelas de nuestros clásicos. La literatura española siempre ha sido puntera en el mundo con una pléyade de autores traducidos y leídos en todos los países del mundo. Un tesoro. Al público le gustan los programas hechos por autores y actores españoles. Pero, no. Entra en la misma dinámica del resto de las cadenas privadas, porque para obtener publicidad, que es la que paga, hay que dar carnaza, basura y más basura. TVE debería eliminar la publicidad y financiarse por vía presupuestaria, como RNE, la Sanidad y la Educación Nacional.
.El ser humano está inerme, desamparado, desarmado frente a todas las agresiones que por todos sitios nos llegan para que consumamos. Así tenemos una sociedad envilecida, castrada cerebralmente y cada vez más degradada porque todo está deshumanizado: el arte, la cultura, la literatura, el teatro y, lo más importante: LA EDUCACIÓN.

LA EDUCACIÓN NACIONAL
La lucha por la emancipación integral del hombre ha de empezar ya desde la escuela. Pero es necesario aclarar que




la cultura no es cosa de libros, como creen los que hacen los planes de educación, sino que es cosa de cultivo, de cultivar al niño para que desarrolle su creatividad, cosa muy fácil, porque la personalidad del niño es sumamente receptiva, es un terreno fértil, y como dijo la gran poeta y escritora uruguaya, Juana de Ibarbourou, “la niñez es la etapa en que todos los hombres son creadores”. No hay más que alimentar la rica fantasía del niño para que se desarrolle en plenitud como persona. Cuando Luis XIV tuvo su primer hijo llamó a un experto para preguntarle a qué edad había que empezar la educación de su vástago.  El educador le preguntó qué edad tenía el niño.
-Nació ayer -le respondió el monarca.
-Pues ayer tenía que haber empezado.
La educación infantil, aquí, hasta los tres años, es asistencial, guardería, fuera del sistema educativo. Los programadores no se han enterado de la anécdota de Luis XIV.
La cultura no consiste en atiborrar el cerebro del niño de saberes baladíes e insustanciales que poca o ninguna utilidad han de tener en su vida de adulto, sino ayudarle a descubrir su vocación y que él mismo vaya edificando su vida, con su propia idiosincrasia.
.La educación, tal como se hace en España es alienación por la uniformidad del sistema, contraria a la diversidad de regiones, lenguas y personas. La educación, no ha de buscarse fuera, sino dentro. Lo que llega de fuera son los medios, el agua, el abono, el cuidado de la tierra, pero de ninguno de esos elementos, por excelentes que sean, puede nacer una espiga. Porque lo sustantivo, lo importante es la simiente, y esa ya la puso el Sumo Hacedor en el niño desde que era un feto de un solo día: la semilla de HOMBRE, su inteligencia, su conciencia y su capacidad de creación. La labor del docente es labrar, regar, fertilizar y mimar esa semilla, como Dios manda, para desarrollar lo más grande que posee el ser humano: su vocación y su creatividad por las que se transforma a sí mismo y, a su vez, transforma su ámbito existencial. Si se hiciera así no habría más fracaso escolar que lo justo para confirmar la excepción de la regla.

La escuela en España siempre ha tenido la perniciosa manía de enseñar, descubrir al alumno la presunta verdad de las cosas, dárselo todo masticado para que el niño lo retenga en la memoria y lo repita como un papagayo en el examen.
La escuela de Tales de Mileto y de Sócrates consistía en todo lo contrario: En ocultar, para que el alumno pensara y descubriera la verdad él mismo. Era el arte de iluminar los espíritus ayudándoles a formarse a sí mismo, hacerles autodidactas. En los “Diálogos” de Platón se muestra esa técnica, que es la mayéutica de Sócrates. Ese es el principio de la cultura.
La ciencia la hacen los científicos y por eso prospera a gran velocidad; la sanidad la hacen los médicos y por eso progresa maravillosamente en todas sus facetas. Pero los planes educativos no los hacen los docentes, los hacen los políticos. Así, los maestros contemplan este drama como espectadores estoicos, como simples aplicadores de programas que en las próximas elecciones cambiarán sin que ellos hayan intervenido en nada.
Pero por mucho que los políticos cambien los programas de LODE a logse y de esta a la ley de calidad España seguirá con un 33 % de fracaso escolar. Los adolescentes que se preparan para la vida, tienen un sentimiento de fracaso y de frustración que conduce a la desesperanza y al desaliento. La violencia en el entorno escolar es una consecuencia de esos planes de educación falsos y perversos de nuestro sistema político de educación nacional, por no decir de alienación nacional.
Antes, los libros del hermano mayor valían para el que le seguía en edad. Con la antigua Enciclopedia Álvarez estudiamos toda una generación. Pero hoy no. El libro de geografía del curso anterior no vale para este año, como si el cabo de Creus ya no estuviera en Gerona, o los montes de Toledo los hubieran empujado hacia Cartagena, o el Guadiana hubiese desaparecido de nuevo y cambiado de curso. Así se grava a las pobres familias con el precio de los libros, y se llenan las arcas de las grandes editoriales capitalistas, aunque algunas se camuflan bajo el manto de María, madre de la Iglesia, llenando a su vez los bolsillos de escritores mediocres elegidos digitalmente, que tienen asegurada la venta de miles y miles de ejemplares porque se han de comprar obligatoriamente. La Operación Malaya, es un simple juego de niños.

Pero todo eso es natural que ocurra. Porque si el capitalismo lo que hace es enturbiarlo para que el hombre no logre aclararse nunca ni salir del laberinto, ¿cómo va a consentir que ningún politiquillo le joda el negocio y que los maestros eduquen en su contra? Eso de que los maestros, los docentes sean como los científicos y los médicos y elaboren los planes educativos para hacer hombres cada vez más inteligentes y más capaces de saber lo que les pasa… ¡vamos, ni locos! ¡Hasta ahí podíamos llegar!
La educación ya desborda las políticas nacionales y locales porque ya será competencia del gobierno de la Europa de los mercaderes: enseñar a desempeñar tareas, no a asumir la vida.  Preparar chicos y chicas adecuados para realizar las labores demandadas por el mercado. Preparar gentes para que ocupen puestos de trabajo.
En 1850, Antonio J. Cervera, socialista, fundó una escuela para adultos en Madrid y pidió autorización y ayuda a Bravo Murillo, a la sazón, ministro de Hacienda, y éste le contestó:
-“¿Que yo autorice una escuela a la que asisten 60 hombres del pueblo? ¡No en mis días! Aquí no necesitamos hombres que piensen, sino bueyes que trabajen”.[19]
 
Éste es el mensaje del liberalismo salvaje del proyecto Bolonia: no necesitan hombres que piensen, sino bueyes que trabajen. Y esa es la mentalidad del gobierno europeo.
Hace unos meses presentaron un proyecto para elevar la jornada laboral a sesenta y cinco horas semanales. Siglo y medio de lucha del Movimiento obrero para conquistar la jornada de ocho horas y ahora con un decreto liberal hijoputa, se mean en toda esa lucha.
De momento ha sido rechazado por el Parlamento Europeo, pero debe ser por el alto índice de paro. Cuando se arregle la economía seguro que lo vuelven a presentar, y lo aprobarán estos malditos.
Por eso, lo fundamental, la edificación del hombre, no interesa.
De ahí que las Humanidades, que preparan para tener sentido de la historia, dominio de la lengua, capacidad de critica, reflexionar y argumentar, no interesan a los planes del gran capital. Por eso quiere reducir la Filosofía en el Bachillerato y eludir la ética.
Es por todo esto por lo que la educación no se les deja a los maestros, como las ciencias a los científicos y la sanidad a los médicos. Si tenemos en cuenta que la vocación es una llamada divina a una determinada actividad, los maestros, en su mayoría, están vocacionados para educar y edificar al ser humano. Pero los planes de educación no están en sus manos sino en las del liberalismo salvaje.
Pero, a pesar de todo, no hay que perder la esperanza de que la escuela sea algún día la antorcha que ilumine el camino a los hombres y a la sociedad. Y que los niños de hoy formen su carácter y su inteligencia para dirigir su propia vida ejercitando la crítica, la reflexión y el arte de apropiarse de sí mismo para llevar adelante su vida individual y única, para la que Dios ya puso en su alma la vocación.
.Un criterio común, muy extendido en nuestra sociedad, es catalogar a un hombre como muy culto por el hecho de haber estudiado una, dos o más carreras. Pero es un lamentable error. No se es “culto” en física o en matemáticas o en ingeniería. Eso es ser experto, ¡incluso sabio!, en una materia. Para hacer matemáticos, físicos, ingenieros, médicos, etc., está la Universidad, que por desgracia, cada vez está más débil y desprestigiada. La escuela es para hacer personas, para cultivar HOMBRES. Antes bastaba un título universitario para ser reconocido como un buen profesional. Hoy el título necesita ir acompañado de un master. Pero para estudiar un master hace falta mucha dedicación y dinero. ¿Y quienes tienen dinero para poder dedicarse a estudiar? La burguesía. Por lo que el proyecto Bolonia es un método clasista y perverso de selección humana. Un sector reducido tendrá en sus manos todos los inmensos bienes de la cultura; pero el resto se limitará a ser un buen empleado de la cultura tecnológica y científica, que es lo que da dinero al capitalismo; pero, “Una cultura científica y tecnológica, es impotente para dar respuesta a la apremiante exigencia de verdad y de bien que arde en el corazón de los hombres.[20]

Otro lugar común es creer que un hombre de muchos estudios es muy educado, correcto y delicado. Sin embargo, las guerras las crean dirigentes de países desarrollados que se educaron en prestigiosas universidades. Pero, como dijo Voltaire, “La civilización no suprimió la barbarie; la perfeccionó e hizo más cruel y bárbara.”
Por eso, la escuela debe tener otra misión. La escuela no tiene por qué ser una universidad en pequeño, infantil, de primer grado, sino un centro especializado en HACER PERSONAS inteligentes, creativas, solidarias, generosas y, sobre todo, con su pensamiento propio y no el del maestro, por muy sabio que éste sea.
Ortega y Gasset fue uno de los más eminentes filósofos de Europa. De las principales Universidades europeas venían a Madrid a escuchar sus clases magistrales. Una editorial le pidió un breve texto para un libro de lectura escolar. El tema lo orientó en la alienación social, en lo que se llama “opinión pública”, la opinión generalizada que alguien con intención ha creado, como pienso en el pesebre, para que el hombre se alimente de ellas y no necesite pensar, sino echar manos de las ideas y de los lugares comunes que están en el ambiente, “un estrato de cultura que le ha venido de fuera, sobre un sistema de opiniones ajenas, de otros yos, de lo que está en la atmósfera, en la «época», en el «espíritu de los tiempos»; en suma, de un yo colectivo, convencional, irresponsable, que no sabe por qué piensa lo que piensa ni quiere lo que quiere. Toda cultura al triunfar y lograrse se convierte en tópicos y en frases. Tópico es la idea que se usa, no porque es evidente, sino porque la gente lo dice. Frase es lo que no se piensa cada vez, sino que simplemente se dice, se repite.” - Dijo Ortega y Gasset
 Don Quijote se desesperaba con Sancho por su cultura hecha de refranes:
“-¡Oh, maldito seas de Dios, Sancho! -dijo a esta sazón don Quijote-. ¡Sesenta mil satanases te lleven a ti y a tus refranes! Una hora ha que los estás ensartando v dándome con cada uno tragos de tormento.”[21]
Por eso, Ortega quería que el niño desarrollara su propio criterio:
…. “¿Veis cuán importante –decía- sería que vosotros llegaseis a la madurez con una exquisita sensibilidad para distinguir entre el valer verdadero y el falso?
“A este fin yo os recomendaría, entre otras, cuatro reglas o criterios: No hagáis nunca caso de lo que la gente opina. La gente es toda una muchedumbre que os rodea en vuestra casa, en la escuela, en la Universidad, en la tertulia de amigos, en el Parlamento, en el círculo, en los periódicos.
“Fijaos y advertiréis que esa gente no sabe nunca por qué dice lo que dice, no prueba sus opiniones, juzga por pasión, no por razón.
“No os dejéis jamás contagiar por la opinión ajena. Procurad convenceros, huid de contagios. El alma que piensa, siente y quiere por contagio es un alma vil, sin vigor propio.” [22]
Más recientemente, el escritor brasileño Paulo Coelho dijo algo parecido y en la misma línea:
“Si vas procurando crecer, observa a los demás, pero jamás trates de actuar exactamente como ellos. Cada persona tiene un camino diferente en la vida. No nos transformamos en maestros porque sabemos repetir lo que los maestros dicen, sino porque aprendemos a pensar por nosotros mismos. Descubre tu propia luz o pasarás el resto de tu vida siendo un pálido reflejo de una luz ajena”.
El día 8 de agosto de 2007, Steve Jobs, presidente de Apple Inc., una de las más importantes figuras de la industria informática, fue invitado por la Universidad de Haward, de EE.UU. a dar una conferencia para transmitir sus experiencias a los alumnos universitarios.
Explicó que había nacido de una estudiante soltera el 24 de febrero de 1955, y fue dado en adopción a una familia de clase obrera; dijo que era autodidacta, porque no tuvo dinero para pagar sus estudios. Después de una emotiva exposición de su azarosa vida, luchando contra sus circunstancias, en resumen, señaló:
“No os dejéis atrapar por el dogma que es vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia voz interior. Y lo más importante, tened el coraje de seguir a vuestro corazón y vuestra intuición, porque ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser.”
De esos grandes maestros hay que aprender; de esos grandiosos manantiales del saber humano han de beber los maestros para esa labor. Lo único que les hace falta es valentía para luchar por esa gran causa a la que la mayoría fueron convocados por Dios mediante la vocación profesional que Él puso en sus corazones. Aunque para la escuela del futuro, formadora de hombres, es menester un profesorado preparado para tal menester. Para empezar, cuenta con un material, con una base de primerísima calidad: la idiosincrasia del pueblo español.
España ha sido configurada por las múltiples civilizaciones que transitaron por este cruce de culturas que es nuestra patria; todos fueron dejando por nuestro suelo a través de la Historia un sedimento que lo ha fecundado, como las aguas del Nilo dejan a su paso por Egipto el légamo de la fertilidad. Por eso España es un pueblo sabio, aunque sea poco “leído y escribido”.
Eso lo percibió Mariano José de Larra, un genio como analista de la sociedad y un enorme escritor y periodista. Larra era un señorito afrancesado. Vivía en Madrid y debió viajar poco por la geografía española, tal vez por falta de tiempo, pues murió a los 28 años en 1837.  En un viaje que hizo en 1835 a Lisboa, paró en Mérida para ver su inmenso tesoro arqueológico.  Le acompañó un viejo cicerone espontáneo, que Larra prefirió a los guías muy enterados, porque él sabría más que ellos.
LARRA.- ¿Y estas ruinas son muy antiguas?
CICERONE:- ¡Vaya!
LARRA.- ¿Todas de los romanos?
CICERONE.- ¡Qué! Más antiguas, señor, mucho más; de los moros, y de los godos, y de los… ¡qué sé yo de cuanta casta de gentes!… mucho antes de los romanos.
Larra, después del paseo por las ruinas de Mérida conversando con aquel guía, que era otro monumento arqueológico, descubrió, sin embargo, que en aquel rudo hombre de pueblo, debajo de su dura y áspera corteza, como lo vio Luis Chamizo, poseía el blando y rico “miajón de los castúos.”
Larra preguntó al guía que le explicara por qué llamaban Confesionarios a las antiguas postas de caballos de la calzada romana. El viejo guía le dijo que los bandoleros utilizaban aquellas postas para que los viajeros confesaran el dinero que llevaban y librarles de su pesada carga como penitencia y perdón de sus pecados.

El escritor, después de su visita a Mérida quedó encantado de la conversación con aquel hombre, con sus razonamientos, con su gracia, con su imaginación. Larra, genial observador de costumbres y eminente conocedor de la naturaleza humana, se percató de la nobleza, de la grandeza y de la sabiduría de aquel tosco hombre de pueblo.  Por eso el gran Mariano José de Larra escribió en ese mismo artículo: “Otros países producen poetas, pero en España el pueblo es poeta”.[23]
Pues este pueblo está esperando “con dolores de parto” que dice San Pablo, la manifestación de los maestros para que nadie se entrometa en la educación del pueblo, que es labor enteramente suya.
Nuestro pueblo es admirado en todos los países por su madurez y su forma de pasar de una dictadura impuesta a golpe de fusil, a una democracia, sin el menor incidente de venganzas contra nadie.
Nuestros pescadores son verdaderos samaritanos porque tienen corazón para rescatar a tantos pobres perdidos en la mar, como los casos de Malta y Libia y más de mil criaturas a la deriva durante el año 2008.
El cardenal Rodríguez Madariaga, arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), es uno de los cardenales más apreciados de Latinoamérica y sonó como posible papa en el último cónclave, siempre ha defendido a los más pobres y ha denunciado los atropellos de los poderosos. Hace poco estuvo en España y dijo que «EE.UU. se ensaña con los inmigrantes como si fuesen delincuentes».
El espectáculo de las pateras y cayucos llegando a nuestras playas con tantas criaturas desfallecidas que buscan el pan para sus niños y ver tanta gente acogiéndolos con respeto, delicadeza y ternura: Guardia Civil, Cruz Roja y diversas ONGs, ese espectáculo, digo, no se ve en ningún lugar del mundo, nada más que en España. ¡Qué grandeza y qué orgullo es ser español!
.Pues en ese paño de extraordinaria calidad los maestros tienen que bordar la formación de los niños españoles.


LA FORJA DEL HOMBRE NUEVO










En el pórtico de un templo griego de la antigua ciudad de Delfos estaba inscrita esta frase atribuida al sabio Tales de Mileto: “CONÓCETE A TI MISMO Y CONOCERÁS EL MUNDO”. También San Agustín dice que la sabiduría más grande es el conocimiento de uno mismo. Don Quijote, cuando Sancho iba a tomar posesión de la Ínsula Barataria le aconsejó: “Has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse.”[24]
Eran tiempos de la cultura más grande que tuvo la Humanidad con la pléyade de hombres ilustres: Homero, Hesíodo y la bella Safo en literatura y poesía; Tales de Mileto,[25] Sócrates, Platón y Aristóteles en filosofía; Esquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes, en Teatro; Herodoto y Tucídides, en Historia; Hipócrates y Galeno en ciencias médicas; Arquímedes y Pitágoras, matemáticos e inventores. Hombres tan grandes y tan sabios que aún siguen presentes en nuestra cultura.
Después vino el cristianismo. Los Padres Apostólicos sucesores de los apóstoles, san Clemente I de Roma, san Ignacio de Antioquia, san Policarpo de Esmirna, que transmitieron las enseñanzas de los doce Apóstoles; los Padres -papas- de la Iglesia,  hombres como San Jerónimo, San Ambrosio, San Atanasio, San Basilio, San Juan  Crisóstomo[26], Tertuliano, Orígenes, San Agustín, y una lista muy larga, repartidos por toda la cuenca del Mediterráneo, que aportaron su literatura patrística y su inmensa cultura, para  enriquecer al pueblo con sus sermones, que eran verdaderas cátedras de humanidades. Cátedras sin catedrales, pues aquello, en los tres primeros siglos de nuestra era había que hacerlo en las catacumbas. Sin embargo, nunca jamás el cristianismo fue tan puro como entonces.

Un milenio más tarde surge el Renacimiento, exaltando el mundo clásico, dejando atrás el medioevo como una etapa ignorante y bárbara y proclamando su propia era como la época de la luz, del arte y la sabiduría, en el que vuelve a florecer el arte, la cultura, el humanismo, que hace hincapié en la dignidad y el valor de la persona, descubriendo al hombre como individuo, como ser concreto y diferenciado de los demás. Si la vida antigua fue cosmocéntrica y la medieval, geocéntrica, la del Renacimiento fue antropocéntrica.
También en España hubo un renacimiento en arte, literatura, poesía, teatro, filosofía y humanismo: Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Cervantes, Lope de Vega, Quevedo, Calderón… el Siglo de Oro español enriqueció al mundo con el tesoro de nuestra cultura.
.Miles de grandes hombres a través de la Historia aportando todo su saber para ayudar al hombre a ser HOMBRE, para hacer una Humanidad más culta, más fraterna, más libre, más cerca del Plan de Dios sobre el mundo y el género humano. ¡Cuanta sabiduría, cuanta belleza, cuánto humanismo!
.Pero llegó la revolución industrial, con ella el liberalismo y con él el nacimiento del imperio capitalista, dueño absoluto de los MEDIOS de producción: las materias primas y la maquinaria, y que solo busca el lucro, la ganancia a cualquier precio e impone los MODOS de producción, convirtiendo al trabajador en un engranaje más dentro de la máquina, sin la menor consideración por el hombre y su dignidad. Para el capitalismo solo cuenta la ganancia el dinero y así somete a los trabajadores, mujeres y niños a jornadas agotadoras de 14 y 16 horas. Y cuando agobiados por la inhumana explotación se levantaron y reivindicaron la jornada de 8 horas, los cabecillas fueron ahorcados en Chicago como criminales un primero de mayo, que desde 1889, en la Segunda Internacional, el Movimiento Obrero declaró el 1º de mayo como fiesta internacional del trabajo.[27]
.Aquellos infames liberales, abuelos de los neoliberales de ahora, pusieron el yugo de la esclavitud sobre los proletarios, como denunció el papa León XIII en la encíclica Rerum Novarum.
La mecanización progresiva en las industrias arrojaba al paro a muchos miles de obreros, que en su éxodo del campo a la ciudad, vivían hacinados en suburbios en condiciones infrahumanas. Estos aspectos fueron denunciados claramente por León XIII y atacó al liberalismo político y económico, una ideología duramente criticada por el Papa por preocuparse solamente de los derechos del capital y de los burgueses y olvidarse de los hombres del trabajo y de todos los seres humanos.
.La explotación era horrible, pero no es lo peor que hacía el capitalismo con los trabajadores, necesitan, además, domesticarlos, amaestrarlos, alienarlos, lavarlos el cerebro para que no supieran discernir entre la verdad y lo falso, que vieran natural aquello de que “siempre hubo ricos y pobres”, que no hagan caso a los sindicalistas que luchan por la justicia para solucionar sus problemas. Así no es posible la rebelión contra el orden establecido, porque como dice Ortega y Gasset: “La solución es solución si el problema es problema”.  Esa es la alienación: no tener conciencia de los problemas. De no saber por qué le pasa lo que le pasa. Los MODOS de producción modernos es otro factor de alienación. La cadena hace del trabajador un autómata, la inteligencia no le sirve para nada, es solo una pieza del engranaje. El trabajo dignifica a la persona cuando ésta es dueña de sus modos de producción, como los artesanos. Un ebanista, comienza el trabajo seleccionando la madera y pasando por todas las facetas del proceso y es un gozo cuando contempla su obra terminada, es un estímulo para su perfeccionamiento y para su inteligencia. Pero la cadena aplasta el estímulo por el trabajo aplasta la inteligencia y la creatividad.
.Para acabar con aquel sistema capitalista se fundó en 1864 la Asociación Internacional de Trabajadores, AIT. Carlos Marx fue elegido presidente. Pero desde el principio, los anarquistas Proudhon y Bakunin se opusieron al modelo de Marx de un Estado centralizado dominado por los trabajadores. Bakunin denunció la actitud despótica de Marx e hizo un llamamiento para crear una Internacional ‘antiautoritaria’. Por eso fue expulsado de la AIT.

En 1917 La Revolución rusa puso en práctica las teorías de Marx: La Dictadura del Proletariado, y como toda dictadura implantó el autoritarismo. En teoría se acabó con las diferencias económicas, con la marginación social, con la explotación laboral, con la opresión política y con la alienación cultural. Todo falso. La opresión política era mayor que en Occidente; el avasallamiento con la divulgación y obligado acatamiento de los pensamientos comunistas del Soviet Supremo produjo una alienación muchísimo peor. El movimiento obrero en Rusia, y en toda la sociedad soviética, tenía más limitaciones que la de occidente.
.Veamos un ejemplo de empresa comunista y otra capitalista: La FIAT, italiana y la LADA rusa. Los trabajadores de la primera se defienden de la explotación con la huelga, como instrumento de lucha. En la segunda, LADA, con patente FIAT, en la factoría de Togliattigrado, los trabajadores estaban atados y amordazados, pues la huelga era un delito de sedición castigado con severas penas. Así, para los capitalistas de la FIAT, que tantos problemas tenían con las huelgas, el sistema comunista era una bendición.
.En el 18º Congreso de la Confederación Mundial del Trabajo (C.M.T) celebrado en Evían, Francia del 25 al 28 de septiembre de 1973, en la ponencia de Emilio Máspero “Solidaridad y Liberación” se hizo un análisis de la problemática del mundo, de la que tomé algunos apuntes estadísticos.
.Más de 10.000 niños morían diariamente en el mundo, a pesar de que existían suficientes recursos para resolver aquella tragedia. Ahora, en 2009, las estadísticas denuncian que los niños que mueren por desnutrición han subido a 16.000. 
.Con la población mundial de entonces, dos tercios de la Humanidad pasaba hambre o estaba infra alimentada, por lo que la esperanza de vida se situaba en los 35 años; gran parte de aquellas personas estaban condenadas a morir en breve plazo y el resto sufrirían secuelas irreversibles en su organismo, secuelas que heredaría su descendencia. Un niño nacido de madre desnutrida por falta de proteínas, no tiene suficientes células cerebrales, por lo que son víctimas de retrasos mentales o de bajo coeficiente intelectual. Por todo ello, el hambre es criminal, el hambre es asesina. Lencero escribió contra esta situación.

.“MIENTRAS EXISTA UN HOMBRE EN PENA NO ME HABLÉIS DE LA ROSA NI DE LA PRIMAVERA…”
.    
Masticando la tierra,
descamisado y ronco,
sudando,
dando el callo de mi alma y de mi mano,
como un hueso desnudo, clamo,[28]
.Tremendo alegato contra el hambre. Ahora podremos comprobar lo que dijimos al principio, que la poesía social de Lencero estaba claramente comprometida con la sociedad que le tocó vivir.
Cuando se habla del Tercer Mundo se dice que son países pobres; pero es más apropiado decir que son países empobrecidos, pues todos los países del Primer Mundo durante casi 100 años se nutrieron, como garrapatas, de sus materias primas para el desarrollo de su industria y comercio. Por otra parte, la economía de estos pueblos se ha basado en el monocultivo. Así las exportaciones de productos eran:
.                   -Tchad, 99 % algodón.
-Isla Mauricio, 90 % azúcar.
-Chile, 70 % cobre.
-Ceilán, 65 % té.
-Madagascar, 57 % café, vainilla
-Perú, 57 % harina de pescado
.En la república Centro Africana con 100 Kg. de algodón se podían adquirir 4 mantas y 8 metros de tejidos en 1958; en 1967, con la misma cantidad de algodón solo se podía comprar una manta y 3 metros de tejidos.
.En Senegal, una tonelada de cacahuete permitía adquirir en 1958 siete toneladas de cemento y 1175 Kg. de materiales para hormigón armado; en 1965 solo se podía adquirir cinco toneladas de cemento y mil Kg. de materiales para hormigón.
.En Hispanoamérica, en 1954 el precio del café era de 80 centavos la libra; en ese mismo año un Jeep costaba 1375 dólares y se podía comprar con 14 sacos de café; en 1968 el mismo Jeep había subido a 2.264 dólares y costaba 43 sacos de café.
. En Colombia, por menos de seis millones de sacos de café que exportaba a EE.UU. recibía 550 millones de dólares; en 1968, exportando cerca de siete millones de sacos recibía solamente 320 millones de dólares.
Cuando Salvador Allende llegó al poder en 1970 por decisión de las urnas, se encontró con el siguiente panorama: El país estaba hipotecado por los préstamos usureros. Las mercancías, el cobre fundamentalmente, viajaban a EE.UU. en barcos y aviones americanos, aseguradas por compañías de seguros americanas; las operaciones bancarias se hacían por medio de bancos americanos.
. La primera decisión de Allende fue la nacionalización de las minas para terminar con aquel abuso y pillaje.
.La reacción del imperialismo norteamericano fue la de hundirle haciendo que los precios del cobre del país entrada en recesión y se arruinara. Los americanos sacaron al mercado sus grandes reservas de cobre. Naturalmente, el exceso de oferta en el mercado sobre la demanda produjo la bajada de los precios a un nivel bajísimo. Salvador Allende no podía vender a esos precios que estaban por debajo de los costes de producción. 
.Pero a pesar de ello Allende seguía apoyado por el pueblo chileno. Hubo manifestaciones y caceroladas. Las masas decían: “Este gobierno es una mierda. Pero es mi gobierno”. Con enormes dificultades siguió en el poder tres años. Y como no había forma de derribarle a pesar de la asfixia del cerco económico, se generó un golpe de Estado por parte del ejército chileno, en 1973, con el apoyo logístico de la VI Flota de EE.UU. que –mire usted que casualidad-, estaba frente a las costas de Chile “haciendo maniobras.”
.Pero el capitalismo no solo abusa de los países pobres. _El capitalismo no tiene patria_. Es depredador en su propio país por encima de leyes y de gobiernos.
.En 1962 los industriales americanos del acero presionaron al Gobierno de los EE.UU. para subir los precios. Por otra parte los sindicatos reivindicaban una subida salarial. El presidente Kennedy, para evitar que el precio del acero subiera y produjera una inflación generalizada, negoció con los sindicatos para que contuvieran sus reclamaciones de subida de sueldos; a los industriales les persuadió para que moderaran los precios y evitar la inflación. Hubo una asamblea conjunta de sindicatos, industriales y Gobierno y se tomó el acuerdo conjunto de no subir más que el incremento del IPC.
Pero al día siguiente, 20 de abril de 1962, Roger Blougt, presidente de la empresa United States Steel, la fundición más grande del país, anunció unilateralmente un aumento del precio del acero en un 3’5 %.

Habían quebrantado unos acuerdos. Se habían burlado del Presidente. Habían despreciado y lesionado los intereses nacionales.
Amargamente el Presidente dijo: “Mi padre siempre me decía que todos los hombres de negocio eran hijos de puta, pero nunca lo creí hasta ahora” [29]
Un año después, Kennedy caía asesinado en Texas cuando preparaba la campaña para su reelección.
La codicia capitalista no tiene límites, es insaciable. Las multinacionales imperialistas cada vez son más ricas y poderosas mientras que la pobreza de los pueblos es cada vez mayor. Ahora hay una gran recesión en los negocios, pero el patrimonio acumulado sigue ahí. Mientras el paro ha hundido en la desesperación a millones de trabajadores, cuyo patrimonio es sólo sus manos. Hace unos meses, antes de que estallara la crisis, el informe FOESA de Cáritas decía que ocho millones de españoles -el 20% de la población- están por debajo del umbral de la pobreza. Por eso, los poemas de Lencero tienen hoy plena vigencia.

     JUAN ASCO

Yo soy Juan Asco, señor,
el que mendiga un jornal,
y quiero vivir en paz
con mi tabaco y mi alcohol.[30]
¿Cómo puede el hombre conocerse a sí mismo, si no está en sí mismo, sino ido, deshabitado, como dijo Alberti; alterado, fuera de sí, como dice Ortega?
Es necesario y urgente que el hombre vuelva en sí y a sí, que despierte y vuelva a reintegrarse en sí mismo para poder ensimismarse, bucear en su interior, habitar en su propia naturaleza humana para que tome conciencia y recupere su grandeza y su dignidad. La morada que Dios hizo para alojar al hombre es un palacio, pero está deshabitado, abandonado, lleno de mugre e inmundicia. Hay que luchar para que el hombre vuelva a su ser natural y descubra el inmenso tesoro de su corazón, que el maldito capitalismo ha ocultado, falseado y corrompido.
Pedro Casaldáliga, ese apóstol de los pobres y luchador por la justicia social nos da su testimonio de ilusión y esperanza en este soneto:

                            DOY TESTIMONIO
.
Y serás tú, por fin, Patria Grande,
india, negra, criolla, libre, nuestra,
 un Continente de fraternos Pueblos,
del Río Bravo hasta la Patagonia.
Banqueros, dictadores, oligarcas
 Engrosarán el polvo del olvido.
No pagarás la deuda que te hicieron.
No aceptarás más multinacionales
Que Dios, la paz, el mar, el sol, la vida.
despertarán los huesos de tus santos
y los arbolarás en pie de Historia.
Serás un parte de utopías ciertas
y el canto de tus bocas hermanadas
enseñará la dignidad al Mundo.



BIENAVENTURADO LENCERO

Sí, bienaventurado, porque tuviste hambre y sed de justicia y por eso ahora el señor te ha saciado y estás gozando de su presencia.
Lencero luchó contra el capitalismo salvaje para que en el hombre se viera con inmaculada nitidez la imagen de Dios, su creador, para que tomaran conciencia de su dignidad, que es la única forma de liberarse de sus cadenas. Pero como a Moisés, los esclavos no le escucharon consumidos por la dura servidumbre”.
Sí, amigo lector, Lencero era un loco de atar, como el Hidalgo de la Mancha, al que vapulearon y tiraron por tierra las aspas de los molinos;[31] un loco que se esfuerza por liberar a los cautivos [32] y después, éstos le pagaron tirándole piedras.
Cuando más tarde Sancho refiere al cura y al barbero esta loca aventura del Caballero de la Triste Figura, Sancho se la censura porque aquellos galeotes “eran unos grandísimos bellacos”. Don Quijote le contestó: “Majadero, a los caballeros andantes no les toca ni atañe averiguar si los afligidos, encadenados y opresos que encuentran por los caminos van de aquella manera, o están en aquella angustia, por sus culpas o por sus gracias; sólo les toca ayudarles como
a menesterosos, poniendo los ojos en sus penas y no en sus bellaquerías.” [33]
Así, el quijotesco Lencero defiende a los desheredados de la fortuna contra aquellos necios que acusan a los pobres de ser culpables de su pobreza porque son vagos, porque beben vino y tienen roña porque no se lavan, etc., y como don Quijote, pone sus ojos en sus carencias y en sus penas y no en sus deficiencias.
Luis Álvarez Lencero, como don Quijote, recibió muchas pedradas de aquellos cautivos en la covacha a los que intentaba liberar y mostrar la plenitud de la vida fuera de la caverna. Pero, a pesar de todos los avatares, de todos los palos que la vida le dio por la abundancia de enfermedades, por la carencia de dinero y por la incomprensión de sus semejantes, era un hombre feliz, alegre y entrañable. García Galán, que compartió muchas horas con él, en el prólogo de Poemas para hablar con Dios nos dice:
“Quiero dejar constancia de que a pesar del dolor, Luis no es un hombre triste, sino sumamente alegre y jovial…Álvarez Lencero es uno de esos hombres que rápidamente atraen, conquistan, embelesan y cautivan, por su verbo fluido, alma sencilla y exquisita humanidad.”
.Este comentario lo hizo Alejandro cuando ya Lencero estaba herido de muerte por el cáncer. ¿De dónde sacaba esa alegría y jovialidad para no tener dolor, ni cansancio, ni penas, ni agobios, ni aflicciones? Para un hombre de fe está claro: “Venid a Mí cuando estéis cansados y afligidos, que Yo os aliviaré”. [34]
Cuando se publican sus Poemas para hablar con Dios, con la ayuda de sus amigos y colegas, ya que él, como siempre, estaba sin un puto duro, tiene ya 59 años y de nuevo está en el hospital. Es allí donde su producción poética alcanza el apogeo, la cúspide y culminación de su misticismo. Tenía cáncer de pulmón, le habían hecho varias operaciones, sabía que solo saldría del hospital desahuciado para morir en su casa. Y, sin embargo, su carácter seguía igual de afable y su ternura se acentuaba haciendo poemas de gran calado lírico.


LLANTO POR UNA ALPARGATA MUERTA.
.
       Para Alejandro García Galán

Te miro con ternura. Estás dormida
y rota y fracasada y polvorienta. 
Compañera del pie, casi contenta
de ser pisoteada y escupida.

Y estás muerta, lo sé, sueñas tu vida
de paloma de tela cenicienta,
sin una flor que alumbre tu mugrienta
carne de saco huérfana y podrida.

Arrastrando tu esparto con cadenas
naciste para ser juana alpargata,
y nadie ya te quiere ni en pintura.

He aquí tus pedazos y tus penas,
tus céntimos de sangre y tu barata
muerte de obrera en paz y en la basura.

       PRIMAVERA
.
“Mi corazón espera
también hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera”.
Antonio Machado

Hoy vino Dios a hablar hondo conmigo,
porque quiso su humana compañía
resucitar mi lázara alegría
con palabras de paz, de luz, de trigo…

Veintiuno de marzo, eres testigo
que una flor golpeó la puerta mía,
esta mañana mientras me decía:
Yo soy la primavera, abre, amigo.

Abrí de par en par. Amiga, pasa.
Todo cuanto aquí ves te está esperando.
Haz de nuevo el milagro prometido.

Se me llenó de Dios toda la casa. 
Y eran flores los pájaros cantando
sobre mi corazón buscando un nido.

EL GRILLO ENAMORADO

Pastoreando flores en el huerto,
junto a un pálido lirio desmayado,
lloró el violín de un grillo enamorado
de una azucena enferma que había muerto.

Bajo la hierba un hoyo estaba abierto
para acostarla en sueño amortajado,
y una violeta niña había llorado
su perfume en el cuerpo blanco y yerto.

Estrellamente el cielo sonreía
viendo el amor del grillo que enterraba
su corazón violín pobre y sencillo.

Y en el huerto la muerte se moría
huyendo por el aire, y Dios besaba
el dolor y las lágrima del grillo.

.
                   YUNQUE HUMANO
.
A Manuel Monterrey.
.
Señor, tú lo has querido: En la herrería
me ha tocado ser yunque. Y los brutales
martillos se me clavan con triunfales
picotazos de cuervo en mi agonía.

Coléricas tenazas de piel fría
tienen sed de mis lágrimas mortales,
y aguanto al rojo vivo los metales,
sobre esta cruz de hierro cada día.

Al trato que me dan yo no respondo,
aunque estallan mi alma a martillazos.
Tu voluntad, Señor, aunque me escueza.

Sufro desde la piel hasta lo hondo,
y entre penas y chispas y porrazos
soy un pobre con traje de grandeza.

GRACIAS, SEÑOR

Gracias por esta vida que me has dado,
y, también, porque un día seré muerte.
Gracias por esta gracia de comerte
convertido tu cuerpo en pan sagrado.

Gracias, Señor, por todo lo creado,
por mi cruz y mis penas, de tal suerte
que no sería digno de quererte
si no estuviera en ti crucificado.

Bendito sea el dolor de cada día.
Los clavos que me unen al madero
me tengan a tus pies siempre contigo.

Gracias por el regazo de María.
Gracias por tanto amor y porque muero
besándote las llagas, Dios amigo.
.
HAMBRE DE DIOS

Te llamo con un hambre… Pero digo:
¡Dios! y la boca de pan ya se me llena.
Ven a mi chozo tú. Mira esta pena
que fiel como un mastín está conmigo.

Acércate a mi mesa, Dios amigo,
pues llanto has de comer. Esa es mi cena,
que la sopa de un pobre siempre es buena
si se calienta en lágrimas contigo.

Qué poca cosa tengo yo para darte:
Mendrugos de dolor. Hedionda herida
y un candil que se me muere de alumbrarte.

                  

Qué te daré, Oh Dios, qué otra comida…

Antes de que te vayas a otra parte
toma mi corazón. ¡Muerde mi vida!

El amor de Lencero por el Señor es absolutamente gratuito, no le pide nada, ni siquiera la salud. Ama a Jesucristo con el mismo misticismo de Santa Teresa y San Juan de la Cruz. Sólo el amor a Él le mueve sin esperar nada a cambio. ¿Qué diferencia hay entre estos poemas y este otro soneto anónimo, que a tantos poetas y místicos durante siglos les atribuyeron su paternidad?:
.
                  A JESÚS CRUCIFICADO
.
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muéveme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

Por fin le encontramos ya en su lecho de muerte abrazado con más fuerza que nunca a Dios.
.
ENFERMO

Hoy siento que tu mano está conmigo
en esta habitación pobre y pequeña. 
Te respiro y te vivo y me acompaña
olor de ti. Mi corazón te besa.[35]

De nuevo adivinamos su dolor por la incomprensión de sus compañeros y vecinos en Badajoz. Es el yunque donde la intolerancia le machaca. Pero es un pobre con traje de grandeza que sigue teniendo hambre de Dios.
Dicen que los que están al borde de la muerte, agonizantes, reviven en unos minutos el recuerdo de toda su existencia. Ocurre como en los sueños, que en unos instantes soñamos tal cantidad de cosas que no caben materialmente en el tiempo transcurrido.  Tal vez Luis recuerda los peores momentos de su vida y con los estertores de la muerte se queja por primera vez del pago que la vida y sus semejantes le dieron.

HOMBRE DESGARRADO
              
Yo no tengo la culpa de ser hombre,
de morirme de hombre aunque me escueza,
Raíces de mi sangre he dado a muchos
y las mataron con indiferencia.[36]

El día 10 de junio de 1983 hizo su viaje a los brazos del Señor, al que tanto adoró y veneró en vida, y en sus brazos vivirá eternamente.

CONCLUSIÓN

La muerte de Luis, a pesar de que por su enfermedad      se esperaba, produjo una tremenda conmoción entre los
compañeros, paisanos y amigos extremeños.
 Además del gran maestro de la rima, que creó escuela entre los poetas más jóvenes, su compromiso ético y humano con la sociedad admiró por su honestidad y valentía a todos los que le conocieron.
No recuerdo haber hablado con él, aunque le tuve muy cerca, como ya he dicho, en el Hogar Extremeño de Madrid, en el Congreso de Escritores Extremeños de Cáceres, tal vez en la Editorial ZYX donde a ambos nos publicaron libros, incluso en Frankfurt. Siento pena de no haber conocido personalmente a Luis Álvarez Lencero. Sin embargo, conocí y conversé con otros dos grandes poetas de Badajoz: Manuel Pacheco y Jesús Delgado Valhondo, con los que hablé y de los que tengo libros dedicados por ellos, como ellos tenían los míos.
Para ver el impacto que la muerte de Luis produjo valgan estos dos sonetos encadenados de José Iglesias Benítez:
 I  ¿Cómo llorar de golpe tanta pena,
tanto dolor mordiéndome la frente…?
¿Cómo llorarte, Luis, humanamente,
si una muerte inhumana te condena?

Agarro mi dolor a mano llena,
y me siento tan solo de repente,
que me pongo a llorar amargamente
y el agua de mis ojos se hace arena.

Se hace arena y me araña cuando lloro.
Y me brota la rabia y el espanto.
Y blasfemo. Y reviento de amargura.

Y la pena está ya en cada poro. 
Y siento que no es justo y lloro
 tanto que la tierra me huele a sepultura.

        II  Ya la tierra me huele a sepultura.
Me huele a soledad y desconsuelo.
Me huele a muerte lenta y hasta el cielo
está clavando en mí su dentadura.

¡Qué amargo es el sabor de la amargura!
Ya está tu voz dormida bajo el suelo.
Y me falta tu mano y no hay consuelo
que pueda mitigar mi desventura.

Ya estás, hermano Luis, bajo la tierra.
Sembrado el corazón, sembrado el verso.
Con tu alma se va también la mía.

Yo maldigo la muerte que te entierra,
que entierra el corazón del universo. 
¡Qué sola se ha quedado la poesía!
         
           
             José Iglesias Benítez recitando sus poemas [37]
     
          

            José María Lorite le dedicó a Luis este soneto:[38]

        JUAN VIDA                         

Se lo pediste y Dios mordió tu vida.
Y mordió la acidez de nuestras plumas.
Era como la tarde que se esfuma
y se adentra en la noche dolorida.

Pero aquí estás de nuevo, con tu herida
abierta como el fruto que rezuma
salpicando a los hombres con la espuma
y la sal de tu sangre renacida.

Gritaré con tu estilo, que te siento
tan hombremente vivo, que hay poesía
desde tu corazón hasta tu vientre.

No volverá a acecharte el sufrimiento.
Se va a morir la muerte cualquier día
y tú serás JUAN VIDA para siempre.

Yo también quiero elevar una plegaria por Luis Álvarez Lencero. Antes de cerrar, le voy a dedicar la siguiente
            
ORACIÓN

Dale la paz de las humildes cosas,
Señor que pastoreas las hormigas,
y siéntalo en tu mesa cuando digas:
“Los muertos que yo amo comen rosas”

Que tú te haces pequeño y te rebosas
en lágrimas de estrellas y mendigas
cuando llaman tus manos como espigas
en la puerta del alma, temblorosas.

Se le durmió la carne, el pecho herido,
sin dolerle la muerte al dulce anciano:
El ruiseñor que quiso ser jilguero.

Dale, Señor, el pasto más florido,
que el hambre de su alma fue a tu mano
para besar tu pan como un cordero.

¡Perdón, perdón! No quiero pasar como un gran poeta. ¡Qué más quisiera yo! Este soneto lo compuso Luis en la muerte de su colega y amigo, el poeta Manuel Monterrey y lo tituló ORACIÓN.
¡Qué maravilla, Luis! Qué suerte tuvieron los que pudieron gozar de tu presencia y escuchar de tus labios el lirismo de tus versos y el timbre de tu voz.
Descansa en paz. Y ruega a Dios por los poetas y escritores para que nos comprometamos con la sociedad para hacerla más libre, más justa, mas solidaria; que como tú, persigamos la belleza y la armonía del Plan de Dios sobre el mundo para que pueda cumplirse el sueño del gran poeta alemán, Schiller que escribió el poema para la novena sinfonía de Beethoven  [39] para ese gran día en el que todos los hombres volveremos a ser hermanos.

Hasta siempre, hermano Luis.



EPÍLOGO

EN CARNE VIVA

Soy español. Nací en Extremadura.
Badajoz por más señas. Campesino.
No comulgo con ruedas de molino
y enciendo en el amor mi dentadura
Vengo de no sé dónde. Canto dura
y hondamente con sarro masculino,
llamándole al pan, pan y al vino, vino,
con la sinceridad de mi estatura.

Ser o no ser: La cosa es bien sencilla.
Hombre crucificado en grandes alas.
Royendo mi esqueleto una espantosa

hambre de Dios que el alma me acuchilla
por las buenas, Señor, o por las malas,
hasta echarme de bruces en la fosa 

JUAN POETA

Canto desde el hondón de mis raíces.
Me duele en la garganta mi hondo grito.
Se me desborda el alma cuando canto.
Y empuño la verdad del pueblo mío.

Me siento no caber en la palabra
porque es más grande el fuego de mi espíritu. 
Llevo atado con sangre un hombre dentro.
Mi madre lo parió. La tierra piso.

Amo con rabia al pueblo. Y lo levanto
con fuerte dentadura, hasta su sitio. 
Mi tuétano extremeño se rebela
contra la pena, y más: ¡la desafío!

En carne viva canto a boca llena.
No comulgo con ruedas de molino.
Doy mi verso a la paz. Mato a la guerra.
Y me juego la vida si es preciso.

Dejadme de sermones y de rosas.
Yo delante del paria me arrodillo.
No doblego mi cuello bajo el látigo.
Ni me castran el fruto masculino.

Os hablo españamente, cara a cara.
Me estalla el corazón. Sufro y lo digo.
Que por mi boca se me vierte un águila,
y rompo las cadenas con su pico.

En Badajoz y obrero.  Canto ronco,
llamándole al pan, pan, y al vino, vino.
Me doy de cuerpo entero. Y no me queda
más que mi corazón  de amor partido.

Firmo con esta sangre. Os dejo un hombre
con los brazos abiertos en mi libro. 
Se llama Juan. Camina en alpargatas.
Y pueblo o libertad es su apellido.


JUAN TONTO

Me parió mi madre al mundo
un nueve con sol de Agosto.  
Aquél perro de mi abuelo
ladraba alondras de gozo.

De la tierra maternal
me sacaron codiciosos.
Buen cuchillo el de mis lágrimas
que abrió de un tajo mis ojos. [40]

Con una ropa de besos
taparon mi carne, todos.
No tuve más cuna que
la paja del burro solo.
.
Los pezones de mi madre
no dieron leche tampoco,
y me mataron el hambre
con la sopa de aquél chozo.
.
Un buen día me llevaron
al pueblo, en pañales rotos,
y a pesar del culo al aire
me bautizaron los otros.
.
Crecí junto a los borregos.
Jugué a la guerra con lobos.
Aprendí a leer hormigas.
Y me roía los codos.
.
Yo me arrimaba a otros niños,
pero me dejaban solo.
Ellos tenían juguetes.
Yo muchos pelos y mocos.
.
Mis manos de niño obrero
no conocían el odio,
y empuñaban el mendrugo
que me daba algún católico.
.
Amigo fui de las piedras
y de los pájaros todos.
Por ver salir a los grillos
yo me orinaba en los hoyos.
.
Y tuve un lagarto verde,
y una perdiz, y hasta un zorro
que miraba a las gallinas
con enamorados ojos.
.
De miseria y de gazpacho
se me morían los glóbulos.
Cómo chupaban mi sangre
mis hermanos los piojos.
.
Cuidé también del ganado
por alcanzar el tesoro
de un poco de pan y queso
 y volver cantando al chozo.
.
Yo hablaba con las encinas.
Fui pasto del abandono.
Y el amo tenía un caballo
y dos espuelas de oro.
.
Luego compró más esclavos,
y un látigo milagroso,
y unas rodillas de santo
para postrarse en el polvo.
.
Ya me han crecido las uñas
y he sudado como un oso.
Mi corazón tiene callos.
Y me llaman Juan el Tonto.
.
Dicen que tengo la culpa
de ser primo del demonio,
porque escribo algunos versos
y deletreo los periódicos.
.
El caso es que el amo está
terriblemente furioso,
y el día menos pensado
me pone un yugo de plomo.
.
Yo no sé escurrir el bulto
de entre los cuernos del toro
que el perejil por la boca
le sale siempre al miedoso.
.
Y soy pobre y tengo siempre
la santa culpa de todo;
pero eso sí, la limosna
me cura de ser rabioso.
.
Pues del libro que no tuve
ya aprendí a cavar mi hoyo,
que con ser hombre me basta
para sembrarme muy hondo.
.
El muerto que me han cargado
me tiene partido el hombro.
Pero el día que me canse
el muerto lo lleva el otro.

JUAN HAMBRE

Destripando los terrones
con dolorida alpargata
yo arrastro un hambre barata
dando negros tropezones.
En las muchas ocasiones
que pregunto por mi pan,
no me quiere contestar
la hiena que lo ha robado,
y abiertos se me han quedado
mis dientes de par en par.

Para esto yo he nacido,
para que el hambre me hiera
y poco a poco me muera
comiéndome el apellido.
Mejor quedarme podrido
sobre la tierra preñada,
y ser estiércol de nada
sin nadie que me despierte.
Solo en brazos de la muerte
conmigo el hambre enterrada.

Quien hambre nunca pasó
no lo puede comprender.
¡Entran ganas de morder
carne humana o qué sé yo!
Luego dirán que si Dios,
cúmplase su voluntad…,
pero el hambre es alacrán
que no pica al poderoso,
por eso reza glorioso
con el pan de los demás.

HERMANO
          A Cándido Sanz Vera

Hoy quiero decir palomas
 pero se me vierten águilas,
 que en el aire de mi pecho
ya no me caben sus alas.

Echar a al vuelo latidos
con tuétanos de palabras,
goterones de mi sangre,
desgarros de mis entrañas.
 .
El corazón siempre en alto
como bandera del alma. 
Un beso para la vida.
Para la muerte una lágrima.
.
Con este martillo mío
machacar la pena mala,
rompiéndote la tristeza
desde el sudor de mi fragua.
.
Ánimo, hermano, tu herida
es una puerta entornada.
Fíjate, por esa puerta
entra mi voz desgarrada,
.
entra un hombre que contigo
sufre y vive la esperanza,
y en lo hondo de tu pena
te comprende y te acompaña.

JUAN VERDUGO

Ay del que mata, lo mismo
que un lobo en la oscuridad,
del que nunca da la cara
 por miedo a lo que verán. 4)
Ay del que empuña la muerte
y la clava por detrás
oculto en palabrerías
con brillo de santidad.
.
Ay del que mancha su mano
con la sangre fraternal
y bendice los fusiles
como se bendice el pan.
.Ay de ese Juan con careta
que crucifica a la Paz
y bajo piel de cordero
bala por la caridad.
.
Ay del que tira en la cama
su cuerpo sin trabajar
y se avergüenza del callo
pero le niega un jornal.
Ay del amo con el látigo
que solo quiere engordar
su cartera y su barriga
con la piel de los demás.
.
Ay del hipócrita cuervo
con plumas de pavo real
que impone sus picotazos
verdugamente alacrán.
.
Ay del hombre que encadena
la luz de la libertad
y pisotea la semilla
del beso y de la verdad.
.
Ay de ese que no tiene
más norte que el de matar,
carnicero de pistola
y corazón de metal.
.
Ay mejor es que la tierra
se agriete de par en par
y lo trague por entero
sin más cuento y sin más.
.
pamplinas y zarandajas
por toda la eternidad. 
Porque aquí no tiene sitio
¡¡¡Jamás!!!

JUAN ODIO
.
A la 1 vino al mundo.
A las 2 se puso a andar.
A las 3 lloraba hambre.
y a las 4 pidió pan.
Con las 5 de sus manos
en 6 puertas fue a llamar,
y en todas el “Dios te ampare”
lo tuvo que conformar.
Sólo un perro perfumado
lo mordió por caridad.
(Un 7 en su carne niña
que no cicatrizará…)
Cuando a las 8 volvía
del dulce pordiosear
besó a los hombres
de este paraíso terrenal.
Y a las 9 blasfemaba,
(ya aprendió lo que es odiar)
masticando las migajas
del banquete de la paz.
Y eran las 10 de la vida,
las 10 de la santidad,
las 10 de los padrenuestros,
las diez del vino y el pan,
las 10 del hambre de un niño
que se tuvo que matar.
Eran las 10 de los hombres,
nada más.

JUAN NADIE
Para Juan García Gutiérrez

Yo apenas me llamo Juan,
ni sé quién soy todavía,
pero aquí en la patria mía
nací como los demás.
Tengo claro que cantar
para que me entiendan bien
y no pregunten después
qué es lo que quise decir,
con que ya podéis abrir
los oídos de una vez.

Al que dice la verdad
le apuntan con frío dedo,
y tentaciones de miedo
su corazón sentirá.
Y tal vez lo matarán
a la vuelta de una esquina
o una corona asesina
le pondrán sobre la frente,
y sólo por ser valiente,
colgado, al fin, de una encina.
.
El hombre que tiene “eso”
y se viste por los pies
no tiene por qué temer
que judas le escupa un beso;
y si se lo llevan preso
no sienta el más leve espanto,
que le haga un nudo a su llanto
y muera como aquél Juan
que se dejó fusilar
junto al mismo camposanto.
.
No se mata la simiente,
y aunque se pudra enterrada
nacerá multiplicada
con más vida, nuevamente.
Ya temblarán, diente a diente   
estos amos de la tierra
que tantos muertos de guerra
como hienas se han comido
y aunque aparentan olvido
solo el pensar les aterra.
.
Tener tranquila la hora
y esperar de tal manera
que ninguno se nos muera
de impaciencia redentora.
Bendito el ojo que llora.
La mano que no da pan
no la tenéis que cortar,
pues como le falta vida
como una rama partida
solita se ha de secar.

JUAN PUEBLO

-¡Alto! ¿Quién vive?
-Soy un loco que sueña.
¿Un loco sin atar? ¡La soga, pronto!
Que le ahorquen la lengua! ¡Vaya un tonto!:
dice versos encima de una peña.

-Encima de una lágrima.           
-¿Y se empeña
en contestar? ¡Silencio! Yo no afronto
las palabras de un loco, porque monto
en fuego de fusil. ¡El santo y seña!

 -Yo digo libertad y patria y pido…
                                             -¿¿Quééé??
-¡Oh, nada, es solo un verso ensangrentado.
-¡Basta ya y al paredón con él! Alego

que es el loco Juan Pueblo y que ha escupido
mi brillante uniforme de soldado,
y aquí no manda ni dios. ¡¡¡Apunten, fuégoooo!!

EL GALLO

 ¿Y que no le parta un rayo
la cresta por la mitad
.a éste cuervo de corral   
santurrón y papagayo? 
   Maldito sea éste gallo
dictador del gallinero,
que con pico carnicero
mata a la gallinería,
y nadie por miedo pía
bajo sus patas de acero.
Ya no deja un huevo sano
este gallito cabrón.
Qué vida se da el señor
repleto el buche de grano.
Quiquiriquí de tirano
de éste rey de la esterquera
que arrastra su borrachera
presumiendo de espolones
porque bebe a borbotones
tanta sangre gallinera.

       JUANA LIBERTAD

En los vientres en flor de cada madre,
en la leche espumosa de sus pechos
y en el niño que duerme entre sus brazos
busco la Libertad.

Por las manos con callos y herramientas,
por el sudor heroico bajo el látigo,
por el pan que no tragan los hambrientos
pido la Libertad.
.
En el taller, en la mina y en la fábrica,
en el campo, en el mar y en el andamio,
 y en todo aquél que su espinazo
dobla escribo Libertad.
.
Debajo de los pies en el exilio.
Encima de los hombros que soportan
la lágrima, la ofensa y el madero
pongo la Libertad
.
Por el amor, la risa, la alegría,
el beso, la esperanza, la justicia,
iguales para todos, de hombre a hombre,
nació la Libertad.
.
Por tantos cuellos que soportan yugos. 
y manos y tobillos con cadenas,
lenguas y cerebros con cerrojos
grita la Libertad.
.
Por todos los caminos de la tierra. 
Para todas las razas, sin esclavos,
(nos han parido por el mismo sitio)
viene la Libertad.

En los rostros podridos por el llanto.
En la sangre mordida por la guerra.
Y desde el corazón de cada muerto
clama la Libertad.

En los hombres con callos en las frentes
que matan la incultura de los pueblos
con el arma empuñada de los libros
brilla la Libertad.

Por todos los abeles fusilados.
Por los cristos que mueren a patadas.
Por los hombres más hombres de este mundo
  llora la Libertad.

 La vida debe ser mesa redonda
 como la muerte es igualdad cuadrada. 
No ley de embudo, hermano, es tuya y mía.
La vida es Libertad.
                                          
Me arrodillo delante de la mano
que reparte el trabajo, sin limosnas,
y besa al pan como se besa a un hombre,
besa a la Libertad.
.
Benditos sean la escuela y el maestro,
y el libro y el cuaderno y el pupitre,
y el tintero y el número y la letra
 para la Libertad.
.
En las alas felices de los pájaros.
En la luz que se agacha para todos.
En el hombre que entrega cuanto tiene
canta la Libertad.
.
Nadie puede matarla, encarcelarla,
estalla como el trigo que se pudre,
multiplica sus lágrimas en pájaros,
vuela la Libertad.
.
Qué vergüenza  ser hombre cuando empuña
la sartén por el mango el amo tigre,
y arrea muy padremente contra el débil
contra la Libertad.

La veo pisoteada.  Es nuestra madre.
La libertad mojada de los peces.
La libertad del vuelo, asesinada.
La libertad…
.
de flor y yerba  y río y nube y viento, y mar
como una inmensa amarga lágrima
puesta a secar al sol de los fusiles,
la Juana Libertad.
.
Madre nuestra que estás en el estiércol,
meada por la hienas, tú la esclava,
levántate del cielo y grita libre
leche de Libertad.
.
Deja al hombre en en su sitio, dignamente,
porque tú lo has parido y hecho carne,
por los surcos de los surcos, alma y hueso,
trigo de Libertad.
.
Y mañana, los hijos de tu vientre,
llevarán en sus bocas tu alegría,
ya que nosotros al morir decimos:
¡¡¡Viva la Libertad!!!

ORACIÓN DE BARRO

Padrenuestro del sol,
del aire y de la lluvia.
Que preñas con tu labio
la carne de la tierra.
Que devoras la noche
con gusanos de plata
y nadie te comprende
cuando besas la víbora.

Padrenuestro del rayo,
del mar y la luciérnaga.
Que iluminas los peces
con ropas de cristales.
Que alimentas al átomo
con tu propia saliva
y bebes en la flauta
la miel de los pastores.

Padrenuestro del grillo,
del mastín y la encina.
Que pones en la rosa
medallas de rocío.
Que en la iglesia del viento
se arrodillan la aves
y en los dulces crepúsculos
florecen tus campanas.

Padrenuestro del cáliz,
del pan y de la hormiga.
Que ordeñas las estrellas
en cántaros de sombra.
Que inauguras los siglos
con la sal de tus manos
y al oler tu presencia
se curan los leprosos.

Padrenuestro del campo,
del lobo y del estiércol.
Que pones en la abeja
la leche de las flores.
Que enciendes los viñedos
con la luz de tu sangre
y te siguen los pájaros
a beber tu hermosura.

Padrenuestro del yunque,
del músculo y del hacha.
Que mueves con tu aliento
la dalia del molino.
Que iluminas las chozas
con ángeles de aceite
y das a las hormigas
migajas de tu cuerpo.

Padrenuestro del lirio
pastor de mariposas.
Que empujas los ganados
con látigos de menta.
Que das con tu cuchara
la flor de cada día
y parte tu cuchillo
el pan para los pobres.

Padrenuestro del hombre
Que llevo atado al alma.
que grita sus raíces
con lágrimas de barro.
Este cristo podrido
que lastima mis ojos
y me pide con hambre
la estrella de tu hostia.

  Padrenuestro del sol,
del aire y de la lluvia. 
Que preñas con tu labio
la carne de la tierra. 
Que devoras la noche
con gusanos de plata
y nadie te comprende
cuando besas la víbora.

Padrenuestro del rayo,
del mar y la luciérnaga. 
Que iluminas los peces
con ropas de cristales. 
Que alimentas al átomo
con tu propia saliva
y bebes en la flauta
la miel de los pastores.

Padrenuestro del grillo,
del mastín y la encina. 
Que pones en la rosa
medallas de rocío. 
Que en la iglesia del viento
se arrodillan la aves
 y en los dulces crepúsculos
qflorecen tus campanas.

Padrenuestro del cáliz,
del pan y de la hormiga. 
Que ordeñas las estrellas
en cántaros de sombra.
Que inauguras los siglos
con la sal de tus manos
 y al oler tu presencia
se curan los leprosos.
.
Padrenuestro del campo,
del lobo y del estiércol. 
Que pones en la abeja
la leche de las flores. 
Que enciendes los viñedos
con la luz de tu sangre
y te siguen los pájaros
a beber tu hermosura.

Padrenuestro del yunque,
del músculo y del hacha. 
Que mueves con tu aliento
la dalia del molino. 
Que iluminas las chozas
con ángeles de aceite
y das a las hormigas
migajas de tu cuerpo.

Padrenuestro del lirio
pastor de mariposas. 
Que empujas los ganados
con látigos de menta. 
Que das con tu cuchara
la flor de cada día
y parte tu cuchillo
el pan para los pobres.

Padrenuestro del hombre
que llevo atado al alma. 
que grita sus raíces
con lágrimas de barro. 
Este cristo podrido
que lastima mis ojos
y me pide con hambre
la estrella de tu hostia,

AMIGO DIOS

Señor de las montañas,
del viento y de los peces. 
Que anudas las estrellas
como una buena madre. 
Que tiemblas en los huesos
de los olivos mansos
y empujas al crepúsculo
para lavar al hombre.

Señor de los pulmones,
del beso y de la vida. 
Que domas con tu labio
los potros del instinto. 
Que alumbras a los muertos
con ángeles de nata
pisando tan suave
que el mar no se despierta.

Señor de los silencios,
del prado y de las mulas. 
Que pones cascabeles
junto a la voz del niño. 
Que das con tu saliva
palmadas en los ojos
y brillas como un cáliz
de lágrima encarnada.

Señor de los domingos,
del pueblo y de la hormiga. 
Que cierras tu ventana
para no darte cuenta. 
Que besas a la tierra
con la luz de tu boca
y llevas en tu hombro
los pétalos del tiempo.

Señor de la tormenta,
del copo y de la calle. 
Que soplas la ceniza
para inventar un nardo. 
Que olvidas a la piedra
besando su cornada
y toses en la pluma
la forma para el vuelo.

Señor de la madera,
del pan y de la fuente. 
Que llamas a los pájaros
con trigos de rocío. 
Que dices que no es nada
cuando te deben algo
y siempre en tus mejillas
florecen amapolas.
.
Señor de los viñedos
del tuétano y la alondra.
Que pones en la vaca
la leche de la yerba.
Que enciendes en los pobres
candiles de esperanza
y apacientas al llanto
como pastor eterno.

Señor de los caminos
donde se pudre el hambre.
Que peinas tus cabellos
con soles que te siguen.
Que de carne y de hueso
se arropó tu grandeza
para sentirte humano
desde un vientre de madre.
.
Señor de la alegría
y Señor de las penas.
Tú que curas la lágrima
con tu humilde pañuelo.
Tú que abres con llave
de amor todas las puertas
y perdonas las uñas
que mordieron tu sangre.
.
Señor, qué buen amigo
del lázaro que soy.
Qué delicado y hondo
te siembras en el alma.
Me habito tan pequeño,
tan áspero y tan mudo,
que ni la campana llora
carne de polvo y nada.

HUMANO

Para Alejandro García Galán

Tengo en paz mi conciencia y mis asuntos,
y de luz y esperanza me mantengo.
Me sobra corazón. Y de Dios vengo,
y con Él me acompaño. Los dos juntos

hablamos con la hormiga y con la estrella,
sin palabras, tranquilos, paso a paso,
y al sentirlo tan cerca yo me abraso
cuando vierto mi pie sobre su huella.
.
Tanta luz en mi alma me conmueve,
me levanta del suelo y transfigura,
y pájaro me siento que procura
buscar un nido en Él, mas no se atreve,
.
no decide sus alas por humano,
por insignificante bajo el cielo,
y después de volar retorno al suelo
a vestir carne de hombre o de gusano.
.
Pero traigo en el pecho honda alegría
y un no sé qué, del aire, más divino,
que mata soledad y hace camino
para que no me falte compañía.
.
La paciencia es la humilde compañera
que con la enfermedad Dios me regala,
y en mi mano o mi pie me nace un ala
siempre que miro al cielo que me espera.
.
Si lágrimas a veces pastoreo
y el corazón se aflige lastimado
vuelo mis ojos al azul ansiado
para buscar a Dios, y a Dios lo veo.
.
Qué largas son las horas de las penas
y qué corto es el día del contento. 
Esta vida es a veces un mal viento
donde reinan dolores y cadenas.
.
No me quejo del lobo que me acosa,
ni envidio al que florece por subido
en mi hombro, y me tira hacia el olvido,
y me deja debajo de una losa.
.
Todo es bueno si sirve de provecho
al alma bien nacida  y sosegada,
y besa con amor tierra pisada
y tiene a Dios clavado aquí en el pecho.
.
Pago lo que no debo. Siempre pago
mis culpas, y, también culpas ajenas. 
Mi destino es así, saberme buenas
las ortigas que a veces yo me trago.
.
No ambiciono poderes ni riqueza.
Soy libre como un águila en el viento.
Y doy mi vida entera y mi aliento
a todo el que le duele su pobreza.
.
Y así, sencilla y honda es mi bandera,
y honrado por nacido de mi madre,
y también por varón como mi padre
soy hombre hasta la hora en que me muera.
.
Porque empuño este fuego de mi entraña
soy un grito que clama en el desierto…
Para todo el que sufre estoy abierto. 
Y bendito sea Dios que me acompaña
             
“MIENTRAS EXISTA UN HOMBRE EN PENA
NO ME HABLÉIS DE LA ROSA
NI DE LA PRIMAVERA…”
.    
Masticando la tierra,
descamisado y ronco,
sudando,
dando el callo de mi alma y de mi mano,
como un hueso desnudo, clamo,[41]
abriendo el vientre de la madre tierra,
rabiosamente ibero y campesino,
para sembrar la luz y la esperanza,
para sembrar los puños y los gritos,
para sembrar a Dios que tiene hambre.
Masticando la carne que me duele,
el corazón me estalla por los ojos,
me sube y me amortaja como a un polo,
me viste de soldado la sonrisa,
me despelleja la cáscara del alma.
He aquí el dolor de los que padecen la bota que los aplasta.
He aquí el oro como un salivazo de pus.
He aquí la nada de una cuchara muerta sobre el
   hombro de un niño.
He aquí el asco del amo como un beso de jornal
                                                               tuberculoso.
He aquí el yo que hiede a escalofrío de fusil  apuntando.
He aquí el tú que señala como un dedo de verdugo.
He aquí el alma de los niños sucia de verdades y limpia
de   sabidurías.
He aquí los mineros de la pena escarbando un hoyo con las   uñas para enterrarse.
He aquí los desterrados de la alegría,
los perseguidos y malolientes mendigos de la alegría
que se arrancan los ojos cuando ven a los pájaros felices.
He aquí los machacados a martillo, los yunques,
los que soportan cóleras y babas,
los marcados a hierro en las espaldas,
los estiércoles hombres que agonizan.
He aquí los sin manos, los que gastan
el puño de pedir el pan diario y no lo alcanzan,
los que dejan el hambre puerta a puerta
pero llevan al hombro el “Dios te ampare…”¡¡¡Nooooo!!!
No se puede dormir esta noche.
No se puede vivir en esta tierra empapada de sangre.
No es posible dormir ni vivir  a pierna suelta cuando
hay tantos hombres que sufren,
tanta gota de carne maltratada, fusilada,
tanto serrucho sobre el cuello de la libertad,
tanto llanto chupado por las sanguijuelas,
tanto sudor para engordar las tripas de los amos,
tanta cadena sobre el pecho del pan,
tanto clavo en el agua del sediento,
tanta piedra sobre la risa de la flor, sobre los muertos
que caminan.
¡No! No me habléis de la rosa ni de la primavera.
Tirad vuestros sueños a la basura como ropa apolillada.
Tirad  la cáscara de vuestra felicidad al retrete.
Tirad el perdón a la boca del que pide misericordia.
Tirad las monedas del sueño sin comprar un descanso.
Tirad vuestro sueño, digo,
vuestras manos y vuestros ojos a las covachas donde el
piojo chupa,
donde la cama es suelo,
donde el frío se mata con unas tristes tablas de caja de sardinas,
donde las ratas riñen la batalla del mendrugo con los
hambrientos.
¡No! No es posible y me avergüenzo de ser hombre.
¡Mientras exista un solo hombre en pena
no me habléis de la rosa ni de la primavera.!
         
JUAN ASCO

Yo soy Juan Asco, señor,
el que mendiga un jornal,
y quiero vivir en paz
con mi tabaco y mi alcohol
Le juro que mi sudor
no me da para comer.
Tengo hijos y mujer
que se me van a morir,
y me piden pan a mí,
y el pan se lo come usted.
.
El yugo que me amarró
la muerte lo pudrirá,
y pido la libertad
que el látigo me negó.
Para todos sale el sol
y me trata sin cuartel.
Perro soy, que a puntapiés
se ceba su bota en mí,
y cómo voy a reír
cuando lo pueda morder.
.
No quiero decirle yo
lo que me da que pensar
de ver su tripa engordar
con lo que a mí me robó.
Yo soy un trabajador,
y aunque me arranque la piel
no me arrodillo ante usted
porque me deje vivir.
Si me mata su fusil
este Juan muere de pie.

ENFERMO

Hoy siento que tu mano está conmigo
en esta habitación pobre y pequeña. 
Te respiro y te vivo y me acompaña
olor de ti. Mi corazón te besa.
No sé cuándo has venido por el aire
o si la luz me trajo tu presencia. 
Pero desde mi cama yo te toco
con esta mano que te busca cerca.
.
Enfermo estoy, lo sé. Qué poca cosa
es un hombre caído en la cuneta. 
Qué largo es el cuchillo de la noche.
Y aquí, en el hospital, cuánto se piensa.

.
Menos mal que la fiebre es un milagro
para verte, Dios mío, a mi manera. 
Quédate aquí en mi pecho y no te vayas.
Mira mi soledad que huele a tierra.

Triste no estoy, pero miro al techo
-cuadrado cielo sin ninguna estrella-,
y me ahogo en sudor y sé que tengo
tu mano en esta frente que te sueña.

 Mi corazón es tuyo, bien lo sabes,
 humano ruiseñor que se me vuela
 para en tus manos de amoroso nido
 descansar para siempre cuando muera


HOMBRE DESGARRADO
               
Yo no tengo la culpa de ser hombre,
de morirme de hombre aunque me escueza,
Raíces de mi sangre he dado a muchos
y las mataron con indiferencia.

Soy más pobre que nunca. Y ya esta mano
quiere arrancar de mí cuervos y penas;
me basta con ser hombre y con pudrirme
desgarrado y viril. La muerte es buena.

De mi padre heredé la varonía
y de mi humilde madre la paciencia,
y he sido yunque bajo los martillos
feroces de esta vida que me pesa.

Vine a este mundo a darme por entero
con mi pecho volcán, sol de mis venas,
marcado con un hierro en mis entrañas
de pobre campesino y dura estrella.

Vine al amor pero tragué la muerte
en un vaso de hiel y mala tierra. 
Mi paladar amargo sólo tuvo
  su cementerio de saliva espesa.

Qué poco se ha cumplido la ternura
sobre mi corazón hambriento de ella.
Todo el niño que tuve aquí en el hombre
se me ha secado en flor, como se seca

   la dulce y verde hoja de la risa
en una desgraciada primavera. 
Soy un tronco reseco y empolvado
sin un pájaro que alumbre mi cabeza.

Tuve hambre y no echaron en mi pecho
ni un mendrugo de pan que verdeciera
la esperanza de un hombre casi muerto
con los puños crispados en las puertas.

Tuve sed y los charcos se secaron,
y ya sólo bebí lágrimas muertas,
remolinos de estiércoles y clavos
y el orín y las babas de las hienas.

Llamé a la paz y a la justicia un día
pero sólo encontré palabras viejas,
y en la cruz como a un cristo me clavaron
los dulces fariseos de la iglesia.

Tuve necesidad de que una mano me
arrancara mi fiebre y mi tristeza,
pero esa mano huyó cobardemente
como en el polvo arrastra una culebra.

Varón acorralado y detenido
por el alma metal de las cadenas.
Se me estrella la voz y me desangro
de tropezar con tanta y dura piedra.

La víbora del látigo en mi espalda
me ha dejado señales que no cierran.
Fui pasto de calumnias y de lobos
que mataron los hierros de mis fuerzas.

Soy un árbol de bruces en el suelo
bajo el filo del hacha de la ofensa,
y de mi corazón pisoteado
la envidia no se cansa de hacer leña.

Pero canto mi grito en carne viva
en mitad del desierto, y las arenas
se clavan en mis ojos abrasados
por este llanto fuego que me ciega.

Y me acompaña el buitre de la angustia
que me duele en el alma y en la lengua,
y voy tirando cáscaras de sombras
  al olvido mortal de las cunetas.

Yo me fui de mis gentes y mis calles,
de mi río Guadiana y de mi tierra,
de todo lo que amé con machedumbre
desde que me parió mi madre buena.

Perdono a mis verdugos porque soy
más hombre y más bravío aunque les duela.
Esta es mi hoz y éste es mi martillo
y empuño el corazón que es mi bandera.

Y perdono a la vida tanta muerte,
y a la muerte también, cuando me venga
como un toro afilado y por la espalda
me siembre su terrible cornamenta.

Solitario y al borde estoy del hoyo
que he ganado al nacer. Mi madre tierra
me espera con los brazos bien abiertos
porque me muero de hombre y de poeta.






[1] Marcos, 10, 15.
[2] Esta alegoría no es una idea absurda, es un símbolo. Un discípulo de Platón se vio reflejado en ella y exclamó: “Qué extraña escena describes y qué extraños prisioneros. Son iguales a nosotros”.
PLATÓN, La República, Libro VII.
[3] “La Nacencia” de Luis Chamizo.
[4] Mateo 6, 28-31.
[5] Lucas. 1, 46-56.
[6] Lucas, 4, 16-19
[7] Mateo, 11, 4-6
[8] JUECES, 13, 1-7
[9] Apócrifo de Mateo

[10] Lucas 18, 18-23
[11] San Mateo, 5, 1-10
[12] Mateo, 5, 48.
[13]  Mateo 25, 34-40
[14] Christifideles laici Nº 37 de Juan Pablo II

[15] Esperando a Godot.  Samuel Bekket.
[16] El nuevo inquilino.  Eugène Ionesco

[17]Cuadragésimo anno”, 39 y 40


[18] Eric Fromm. “El miedo a la libertad”. Paidos Studio. 1982.
Página 281
[19] Juan Díaz del Moral, Historia de las agitaciones campesinas andaluzas. Alianza Editorial, 1973.
Juan Bravo Murillo, político, presidente del gobierno (1851-1852). Nació en Fregenal de la Sierra (Badajoz). A los 22 años se convirtió en catedrático de filosofía en la Universidad de Sevilla. Increíble actitud de un hombre forjador del pensamiento que se oponga a que los hombres piensen. ¡Es inaudito!

[20]Christifideles laici”, 40. Juan Pablo II

[21] DON QUIJOTE DE LA MANCHA. Segunda parte, capítulo XLIII.
Pero las citas de refranes son muy numerosas, más en la 2ª parte que en la 1ª.

[22] Texto escrito por el autor para su inclusión en el volumen Nuestra raza, libro de lectura manuscrita escolar. Editorial Hispano-Americana. Reus, 1928


[23] “Impresiones de un viaje”.
MARIANO JOSÉ DE LARRA. ARTÍCULOS COMPLETOS.
[24] Don Quijote de la Mancha. Segunda Parte. Capítulo XLII.
[25] Tales de Mileto no escribió nada, igual que Sócrates, lo que sabemos de ellos nos lo dijeron Aristóteles en su Metafísica, y Platón, en su “República”, respectivamente.
[26] Crisóstomo es un mote que en griego significa boca de oro, o piquito de oro, que diríamos nosotros.
[27] El imperialismo económico no acumula solamente riquezas, sino que también se crea enormes poderes y una prepotencia económica despótica en manos de muy pocos. Toda la economía se ha hecho extremadamente dura, cruel, implacable. Pio XI, Cuadragésimo anno
[28] La poesía completa, en el Epílogo
[29] THE NEW  YORK TIMES. Lunes 21 de abril de 1962.
[30] La poesía completa en el Epílogo
[31]  Don Quijote. I Parte capítulo VIII
[32]  Ibiden. I Parte capítulo XXII
[33]  Ibiden. I Parte, capítulo XXX

[34] Mateo, 11, 28
[35] La poesía completa, en el epílogo
[36] La poesía completa, en el epílogo

[37] José Iglesias Benítez. Profesor, poeta.  Villalba de los Barros (Badajoz)  
[37] José María Lorite Trinidad.   Periodista, poeta  funcionario público,   Almendralejo (Badajoz)



[39] Friedrich von Schiller, poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán, que está considerado como el dramaturgo más grande de la historia del teatro alemán y una de las figuras señeras de la literatura europea.
[40] El resto de la poesía la incluyo en el Epílogo
[41] La poesía completa, en el Epílogo

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